La Junta esperará a cambiar de nivel de alerta para tomar medidas frente al Covid en toda la región
El varapalo de la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) a la propuesta del Consejo de Gobierno de limitar la movilidad ciudadana para frenar la pandemia no ha sentado bien al Ejecutivo regional, que se ha reunido este sábado en sesión extraordinaria para analizar el auto dictado ayer.
El Consejo de Gobierno ha reconocido al término de la reunión que la decisión sobre los horarios o sobre los aforos de las actividades se deben tomar de forma global en toda la comunidad autónoma, y esa medida ya está contemplada en el semáforo Covid-19 aprobado el pasado 5 de mayo y que se activará en el hipotético caso de que la región cambie de nivel de alerta como consecuencia de una mayor propagación de la enfermedad.
Por primera vez la Junta de Extremadura considera que adoptar en estos momentos decisiones sobre los horarios o aforos de los locales de ocio u otras actividades en unas localidades sí y en otras no, produciría "un efecto muy reducido sobre la prevención de la enfermedad grave y un agravio a la actividad económica".
El Consejo de Gobierno de hoy ha analizado el auto del TSJEx que ratifica los cierres perimetrales, pero que tumba la decisión de limitar derechos fundamentales de los ciudadanos como la movilidad implantando el toque de queda como medida disuasoria para controlar la pandemia. La Junta de Extremadura acata el auto, pero considera que incluso teniendo un nivel de alerta 1 y viendo la evolución de la pandemia en otras comunidades autónomas, estaba en su ámbito de responsabilidad proponer, para ratificación judicial, una medida, "siguiendo el principio de mínima intervención". Esa medida propuesta por el Gobierno regional que han echado para atrás los magistrados consistía en aplicar la reducción de la movilidad nocturna en determinadas localidades que superasen un nivel de incidencia y de enfermedad grave, medido por cifras de ocupación hospitalaria.
A pesar de los argumentos esgrimidos por los jueces en el auto, la Junta de Extremadura considera que su decisión fue "un ejercicio de responsabilidad que se hizo en un intento de prevenir la enfermedad grave". Asimismo, el Consejo de Gobierno de hoy ha interpretado que el fallo del TSJEx le está aconsejando la adopción de otras medidas previas.
"El fallo del TSJEx viene a decir que en el nivel de alerta en el que se encuentra Extremadura, no le parece imprescindible la medida en este momento epidemiológico, y por lo tanto no ratifica la adopción de la reducción de la movilidad nocturna en las localidades propuestas sin aplicar antes otras medidas", ha interpretado el Ejecutivo regional en un comunicado.
Pese a acatar el contenido del auto, la Junta de Extremadura considera que existe "cierta dispersión jurisprudencial de los TSJ ante esta medida concreta de restricción de movilidad nocturna y además no interpreta que se estén produciendo diferencias en función de los TSJ en España". Del mismo modo reconoce que "las diferencias jurisprudenciales son previsibles a falta de una doctrina consolidada y completa del Tribunal Supremo que no ha dado tiempo a elaborar y además se están produciendo por las diferentes situaciones epidemiológicas de partida y cómo interpretan la proporcionalidad de la medida propuesta ante estas situaciones".
De este modo, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha anunciado que volverá a reunirse en sesión extraordinaria en la tarde del lunes para "volver a analizar la situación". Se da por sentado que en esa reunión se adoptarán medidas que cumplan con todas las garantías constitucionales para contar con el respaldo del TSJEx y no volver a sufrir un revés judicial que no sólo dejaría en entredicho la toma de decisiones de la Junta de Extremadura, sino que provocaría asperezas entre los poderes Ejecutivo y Judicial. Además, y siempre en función de la evolución de la pandemia durante estos días, es previsible que se adopten medidas que afecten a toda la región.
Tras la decisión judicial, la Junta de Extremadura ha reconocido que le queda poco por hacer hasta su reunión del lunes, salvo pensar en soluciones viables durante este fin de semana, seguir vigilantes ante la evolución de la pandemia y aplicar los cierres perimetrales de las localidades para los que se ha obtenido ratificación judicial.
Para "adelantarse al virus" se continuará con la realización de cribados como hasta ahora, se intentará detectar a los pacientes infectados y asintomáticos de forma precoz, se reforzarán las medidas de vigilancia y control de la enfermedad y se continuará avanzando en la vacunación. El Gobierno regional ha apelado una vez más a la responsabilidad de la sociedad por considerar que esto es un trabajo de todos y ha advertido que se adoptarán las decisiones oportunas sobre el nivel de alerta cuando así lo aconseje la evolución de la pandemia.
Con un plan de cogobernanza territorial que no está dando los resultados esperados y sin estado de alarma, la responsabilidad del control de la pandemia recae en las comunidades autónomas. La Junta de Extremadura reconocer que no resulta fácil elaborar un juicio unánime sobre la proporcionalidad de las medidas cuando están en juego los derechos fundamentales de los ciudadanos, el derecho a la vida y el derecho a la libertad de circulación.
"La Junta de Extremadura, en un criterio finalmente no compartido por la Sala, solo intentaba garantizar el derecho a la salud con la mínima afectación del derecho a la movilidad en un horario en que la inmensa mayoría de la población está acostada", ha concluido el Ejecutivo.