ÚLTIMA HORA: Alerta amarilla por temperaturas de hasta -4 grados en el norte de Cáceres
El norte de la provincia de Cáceres registrará este viernes temperaturas tan gélidas que podrán llegar a los -4 grados, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología.
Con estos valores, se ha activado la alerta amarilla por frío en Extremadura. Además, la bajada de temperaturas será más importante en el norte de la región con un aviso por valores negativos que estará activo hasta las 10.00 horas de este viernes.
Las nevadas aparecerán a partir de 500 a 800 metros en la mitad norte de España. Entre los 800 a 1.100 metros se espera nieve en gran parte de la mitad sur y noreste, y a unos 1.200 metros en el extremo sureste de la Península Ibérica.
La exposición al frío es un desencadenante para la aparición de determinadas enfermedades en personas susceptibles, y también contribuye a agravar o descompensar otras patologías que ya se tuvieran previamente. Aunque pueda parecer raro, sus efectos se empiezan a observar a temperaturas relativamente moderadas, entre 4 y 8ºC, por ello hay que estar alerta no sólo cuando las temperaturas son extremadamente bajas, sino durante todo el invierno.
Para identificar un estado de hipotermia se debe tener en cuenta que los síntomas suelen comenzar de forma gradual y variarán según el grado de severidad. Síntomas inespecíficos como piel fría, temblor, confusión, torpeza en los movimientos, dificultad para hablar, etc. nos deben de hacer sospechar que la persona puede presentar un estado de hipotermia.
Es muy importante tener en cuenta que, en los bebés y niños de corta edad, las señales de alarma son una piel roja, brillante y fría, acompañada de falta de energía.
PRECAUCIONES EN EL EXTERIOR
Limite, en la medida de lo posible, las actividades al aire libre, especialmente si pertenece a algún grupo de riesgo. Haga salidas breves, evitando los cambios bruscos de temperatura de forma continua. Si tiene que realizar trabajo físico en dichas condiciones, hágalo con precaución, sin llegar al agotamiento. Utilice prendas de abrigo que protejan de la humedad y del viento. Es preferible usar varias capas de ropa ligera y holgada que una sola más gruesa. Preste especial atención a la cabeza, cuello, manos y pies, ya que la mayor parte del calor corporal se pierde por dichas zonas.
Recuerde que la ropa húmeda y el sudor enfrían el cuerpo rápidamente, procure por ello permanecer seco. La tiritona indica que estamos perdiendo calor de forma excesiva y que debemos resguardarnos en un lugar cálido y seco.No respire por la boca, inhale el aire por la nariz para que se caliente al pasar por las fosas nasales.
Extreme la precaución para evitar caídas cuando se hayan producido heladas o haya nevado. Utilice calzado antideslizante.
En las salidas a la montaña, equípese adecuadamente para hacer frente a las condiciones meteorológicas adversas y, en su caso, lleve material apropiado para andar sobre nieve o terreno helado.
Si tiene que viajar en coche, revíselo antes de salir, evite en lo posible las carreteras secundarias, heladas o con nieve, vaya convenientemente equipado (linterna, cadenas, ropa de abrigo, agua, algunos alimentos ricos en calorías, medicación habitual, teléfono móvil, etc.) y siga las indicaciones facilitadas por la DGT.
MEDIDAS EN CASA
Abríguese también en el interior, con ropa apropiada y acorde a la temperatura de la vivienda
Preste especial atención a las personas mayores, bebés y niños de corta edad, limitando su estancia en el exterior y acomodándolos en las habitaciones más caldeadas del domicilio. Recuerde que los niños muy pequeños no pueden desarrollar una actividad física espontánea que los haga entrar en calor, ni manifestar claramente que tienen frío.
Haga comidas calientes y mantenga una alimentación variada, de elevado aporte energético, que incluya sopas, caldos y bebidas calientes o templadas a lo largo del día. Evite el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y con cafeína. No olvide hidratarse convenientemente, pues en épocas de frío también se produce una mayor pérdida de líquidos.
Procure un buen aislamiento térmico de la vivienda. Revise el estado de cerramientos. Selle grietas y huecos por los que pueda entrar el frío, si es preciso utilice burletes u otro material aislante en puertas y ventanas
Si no dispone de un sistema de calefacción adecuado, no permanezca en reposo durante demasiado tiempo, muévase o realice alguna actividad física para entrar en calor siempre que sea posible.
Evite riesgos de incendio e intoxicación por monóxido de carbono. Tenga especial precaución con las estufas de gas y leña, así como con sobrecargas de la red si utiliza estufas, calefactores o aparatos eléctricos para caldear la casa, y no los deje encendidos durante la noche. Revise su correcto funcionamiento.
Ventile su casa al menos dos veces al día para renovar el aire. Períodos cortos de cinco o diez minutos pueden ser suficientes. En el caso de utilizar estufas de gas, braseros o chimeneas, ventile con mayor frecuencia.