El cadáver hallado en la tarde de este jueves en el río Guadiana es el de Manuela Castillejo, la mujer que se encontraba desaparecida desde el pasado 22 de enero y para cuya localización se habían organizado distintas batidas.

El Instituto de Medicina Legal de Badajoz se ha encargado de la práctica de las pruebas periciales propias de la actividad médico forense, tanto tanatológicas, como clínicas y de laboratorio, a esta mujer, a la que se había perdido el rastro hace días.

La Policía Nacional ha confirmado que el cadáver es el de Manuela Castillejo después de que el miércoles informase que se había localizado un cadáver en la margen derecha del río Guadiana a su paso por Badajoz, a unos 200 metros del Puente Real.

Durante la jornada de este jueves, y a pesar de que se había filtrado a algunos medios que el cuerpo sin vida era el de la mujer desaparecida, la Policía Nacional ha continuado dentro de la misma linea de discreción que ayer, y durante toda la mañana sostuvo que el cadáver no había podido ser identificado todavía. Finalmente, a primera hora de la tarde confirmó que el cadáver había sido entregado a la familia de la víctima.

La Policía Nacional dio a conocer el hallazgo hacia las 18:30 horas dle miércoles, e informó que el operativo que trabajaba en las labores de búsqueda de la mujer desaparecida halló un «objeto sospechoso» en la margen derecha del Guadiana a unos 200 metros del azud del río. En ese momento se dio aviso al servicio de protección aérea, que se desplazó en un helicóptero para corroborar que se trataba de un cadáver.

Más tarde se procedió al levantamiento del cadáver y se informó oficialmente que el cuerpo sin vida hallado en el río corresponde a una mujer de similares características a las de Manoli Castillejo. El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, también ha dicho este jueves que todos los indicios apuntaban a que se trataba de la mujer desaparecida, aunque siempre dentro de la prudencia y discreción habitual hasta disponer de confirmación oficial.

Con Manuela Castillejo eran siete las personas desaparecidas en Extremadura oficialmente y a las que se ha perdido el rastro en los últimos años, una de ellas desde 2009, y entre las que se encuentra un niño de 7 años de edad en un caso especialmente peculiar, pues podría habérselo llevado uno de sus progenitores.

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