Tras años de esfuerzos en programas de reintroducción, la especie ha dejado de estar en peligro de extinción para ser catalogada como vulnerable. Este cambio de estatus es resultado directo del programa coordinado entre varias comunidades autónomas, el gobierno central, Portugal, la Unión Europea y otros organismos.

Según la Junta, este logro demuestra que las acciones para proteger al lince ibérico están dando resultados con más de 250 individuos en la región extremeña. El ejecutivo regional enfatizó que, a pesar de este éxito, seguirán comprometidos con la conservación, participando activamente en programas como LIFE.

En la Península Ibérica, se han establecido 14 núcleos poblacionales estables del lince, con más de 2.000 individuos contabilizados en total. Extremadura ahora se enfrenta al desafío de consolidar y asegurar una población viable de esta emblemática especie en la región.