La puntualidad de los vuelos en el aeropuerto de Badajoz supera el 90 por ciento
Hay que destacar el crecimiento que ha experimentado el tráfico aéreo en el aeropuerto de Badajoz.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado esta jornada el convenio entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Junta de Extremadura para la licitación del nuevo contrato de servicios de la Obligación de Servicio Público (OSP) para la prestación de las rutas aéreas Badajoz-Madrid y Badajoz-Barcelona, que contempla una frecuencia semanal más desde la capital pacense a Barcelona, hasta un total de cinco.
Hay que destacar el crecimiento que ha experimentado el tráfico aéreo en el aeropuerto de Badajoz, con un máximo histórico el pasado año de 70.000 viajeros y más de 1.500 vuelos realizados, con unos datos de puntualidad superiores al 90 por ciento. Además, la ocupación de los vuelos con Barcelona alcanzó en el año 2023 el 84 por ciento, mientras que las dos conexiones diarias de la ruta con Madrid promediaron una ocupación del 47 por ciento.
La actual OSP finaliza el 27 de octubre de este año y el nuevo convenio se ha firmado por 4 años, pero establece que el contrato que se licite por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible tenga una duración de 2 años, con una contraprestación al déficit que como máximo pueda alcanzar los 5'8 millones de euros por año.
Este importe aumenta respecto del anterior contrato para hacer frente, por un lado, a los fuertes incrementos de costes desde 2022, especialmente en los combustibles derivados de la invasión rusa en Ucrania; y, por otro, debido al incremento de una frecuencia semanal adicional en la ruta que operamos con Barcelona, pasando de 4 a 5 frecuencias semanales (un 20 por ciento más) una ruta que está experimentando una fuerte demanda con ocupaciones medias que superan el 80 por ciento.
Otra de las razones que justifican el incremento de la compensación al déficit viene motivada por las incidencias en la operativa por nieblas, que obligan a sobrevolar en varias ocasiones el aeropuerto de Badajoz; a realizar desvíos a aeropuertos como el de Sevilla; y a organizar planes alternativos de viaje por carretera, lo que actúa como desincentivador de la demanda de vuelos en invierno.