El Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (Fondenex) ha denunciado que en lo que va de año se han registrado una decena de incendios que han calcinado casi 1.500 hectáreas de superficie en terrenos en los que se encuentran funcionando plantas solares fotovoltaicas y termosolares.

Esta asociación sin ánimo de lucro lamenta la sucesión de incendios en estas instalaciones, los últimos en la planta termosolar de "La Dehesa", en La Garrovilla, con emisión de gases tóxicos, y otro en la fotovoltaica "Áurea", en las proximidades de La Roca de la Sierra. Según Fondenex, se han registrado diez incendios en tan solo cuatro semanas.

Pero ha habido más: el pasado 17 de junio, se originó un incendio en la planta fotovoltaica de Enel Green Power, en el municipio cacereño de Torrecilla de la Tiesa, que obligó a actuar a los efectivos del Plan Infoex. Un mes después, el 17 de julio, una planta fotovoltaica propiedad de Iberdrola ubicada en Ceclavín provocó un incendio que que calcinó 200 hectáreas. Asimismo, el 20 de julio se inició otro incendio en la planta fotovoltaica de Talaván que ocasionó daños importantes a la instalación.

Aunque hasta ahora no han resultado afectados espacios naturales protegidos ni núcleos de población, la asociación ha solicitado a la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura que proceda a la inspección de todas las plantas solares actualmente en funcionamiento y en construcción para comprobar que cumplen la normativa en materia de prevención de incendios. 

La misma petición ha sido realizada a la Dirección General de Prevención y Extinción de Incendios de la Consejería de Gestión Forestal, que ya ha respondido a la petición con el compromiso de realizar una inspección de todas las plantas solares de Extremadura.

Fondenex sostiene que hay instalaciones de este tipo en ZEPAs, o cercanas a áreas de interés ecológico de importancia internacional, como la Reserva de la Biosfera del río Tajo Internacional o los Llanos de Alcántara-Brozas, "que en caso de arder pueden provocar una catástrofe de dimensiones sin precedentes".

El origen del problema se encuentra en los equipos de conducción eléctrica que se instalan en los Llanos de Extremadura. Fondenex duda que sean adecuados para las altas temperaturas de los meses de verano, sometidos a un estrés térmico para el que no están preparados.

Pero además, esta asociación ha denunciado el abandono de la mayoría de estas instalaciones; asegura que la vegetación crece sin control bajo las placas y a su alrededor y una simple chispa puede provocar un incendio.

IMPACTO AMBIENTAL

Otro problema añadido es el incumplimiento de las DIAs (Declaración de Impacto Ambiental), que establecían el uso de ganado -ovejas- para control del crecimiento del pasto y la realización de desbroces, así como los cortafuegos perimetrales.

La asociación ha denunciado además la escasa vigilancia a la que se encuentran sometidas estas plantas y su escasa dotación de medios contra incendios.

Fondenex fue constituida hace un año por antiguos miembros de la histórica Asociación para la Defensa y los Recursos Naturales de Extremadura (Adenex), entre ellos el que fue su secretario general, Francisco Blanco.

El Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura se considera una asociación "sin ánimo de lucro, científica, cultural y apolítica", cuyos fines son, entre otros, promover y fomentar el estudio del paisaje, fauna, flora y vegetación de Extremadura; contribuir a la conservación y defensa de las riquezas naturales y del patrimonio histórico-artístico y cultural de la región, y desarrollar un amplio programa de educación ambiental.