Los agentes investigaron a diez hombres como presuntos autores de un delito de falsedad documental, siendo nueve de ellos los postores que alteraron el documento.
La proposición de relaciones sexuales, ganando la confianza de la víctima y, una vez en su domicilio, sustraen objetos de valor.
El robo fue meticulosamente preparado por un grupo criminal, que empleó una herramienta tipo maza para fracturar la mampara o escaparate del establecimiento, logrando así acceder al interior del local.