La Iglesia de la Asunción de Montehermoso ya es Bien de Interés Cultural

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La Iglesia de la Asunción de Montehermoso ya es Bien de Interés Cultural

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado el Decreto de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, por el que se declara la Iglesia Parroquial de ‘Nuestra Señora de la Asunción’ en Montehermoso (Cáceres) como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.

Esta iglesia parroquial además de ser el monumento más representativo de la localidad, contiene un conjunto de arte sacro de especial significación en la comarca. Su valor también radica en la propia imagen del edificio, austera y sobria, que refleja las características constructivas del periodo artístico renacentista en Extremadura.

La datación de la construcción del templo de Montehermoso se ha realizado con base en los dos blasones; los investigadores suelen tomar como punto de referencia los escudos existentes en ambos laterales del presbiterio, lo que permite datar dicha construcción entre 1546 y 1569.

El edificio está compuesto por un cuerpo de planta rectangular, dividido en tres tramos y la capilla mayor de planta poligonal. La iglesia es una obra maestra de cantería, pudiendo observar una extensa y variada tipología de marcas de cantero distribuidas por toda su fábrica.

De la estructura básica del edificio sobresale la sacristía, adosada al primer tramo de la nave y a la capilla mayor en el costado sur y construida en 1678. Continuando la fachada, y unida al ala norte, se eleva la torre, de planta cuadrada y esbelta construcción de cantería, como el resto del edificio. Se levantó hacia 1575, y se atribuye al maestro brocense Juan Bravo.

En el interior de la torre sobresale, en su planta inferior, una pequeña bóveda de cañón, con pequeños nervios transversales moldurados, que descansan sobre pequeñas ménsulas también decoradas con molduras. La fábrica del edificio es de sillares de granito en su gran mayoría. El templo cuenta con tres portadas, la de los pies; la del evangelio y la de la epístola.

Así, se trata de un monumento paradigmático en el patrimonio de la comarca del valle del Alagón y forma parte de los bienes culturales extremeños.

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