Detenido un marroquí de 32 años por un supuesto delito de odio tras insultar a una mujer saharaui de 33
Los agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al área de Investigación de Navalmoral de la Mata, han detenido a un joven de nacionalidad marroquí por un supuesto delito de odio, tras insultar y acercarse en tono agresivo y violento a una mujer saharaui, de 33 años de edad, cuando estaba en la calle con su hijo menor, de 8 años.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 24 de junio, cuando la mujer de origen saharaui acudió al puesto principal de Navalmoral de la Mata para denunciar que había sido insultada y vejada en plena calle, y delante de su hijo menor de 8 años de edad. La mujer manifestó que un joven se le acercó y, en un tono agresivo y violento, la insultó y amenazó con quitarle la vida, viéndolo todo su hijo que se encontraba asustado y llorando.
El presunto autor le profirió insultos tales como “todos los del frente polisario son unos mierda, la próxima vez que te vea te voy a matar, para que mi rey esté orgulloso, porque un marroquí mata a un polisario”, siendo la raíz principal el conflicto entre Marruecos y el Sáhara.
La mujer manifestó, igualmente, que no era la primera vez que esto ocurría, y que ya había sido increpada e insultada con anterioridad por este hombre días antes y delante de sus hijos.
Tras los datos aportados por la víctima, los agentes del área de Investigación comenzaron a trabajar para poder dar con el presunto autor de los hechos.
Gracias a estos trabajos, averiguaron que se trataba de un varón de 32 años, de origen marroquí, quien también residente en la localidad de Navalmoral de la Mata (Cáceres).
Por todo ello se le detuvo como presunto autor de un delito de amenazas a grupo étnico, cultural o religioso (delito de odio). En estos momentos, el hombre se encuentra en libertad con cargos a la espera de juicio, habiendo sido remitidas las diligencias al juzgado de guardia e instrucción nº1 de Navalmoral de la Mata y a la Fiscalía Provincial de Cáceres.
Ante todos estos casos, la Guardia Civil tiene establecidos unos indicadores de polarización, que no son más que el conjunto de indicios que deben ser recopilados meticulosamente e incorporados al atestado policial cuando existe una alta compatibilidad con este tipo de “conductas de odio”, con el objetivo de impedir cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o verbal.