Salud Pública asegura que el cierre de las fuentes de Cáceres pone fin a los casos de legionela
La decisión de clausurar las fuentes de la zona de salud de San Jorge, en Cáceres, ha dado resultado, ya que han dejado de aparecer casos de legionela. En la toma de muestras hospitalarias no se han registrado concentraciones o serogrupos patógenos de legionela, según ha informado la Junta de Extremadura.
Donde únicamente la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud ha detectado concentraciones muy altas de la bacteria ha sido en el géiser del parque de El Rodeo, aunque por tener ese nivel de concentración no puede diferenciarse el serotipo predominante y, por tanto, la relación de causalidad no es tan concluyente como se hubiese deseado.
Desde el 3 de agosto no se han registrado nuevos contagios, y los que han desarrollado la infección durante el período máximo de incubación, unos 15 días, han sido 19 casos confirmados, con el resultado de 5 personas fallecidas con legionela, además de otras patologías. Actualmente hay 5 personas ingresadas con legionela en el Hospital San Pedro de Alcántara.
Las últimas muestras fueron tomadas ayer miércoles. Una vez hipercloradas las fuentes analizadas, volverán a recogerse muestras a los 15 días. La coordinación entre Sanidad y el ayuntamiento de Cáceres ha sido en todo momento perfecta para lograr sofocar los casos.
UN GERMEN QUE CRECE EN VERANO
La legionela es una bacteria que se puede encontrar de forma natural en lagos, ríos o estanques y crece fundamentalmente en verano. Su multiplicación se ve favorecida por el estancamiento del agua y temperaturas de entre 30 y 45 grados.
Hay varias especies de legionela y solo una de ellas, la legionela neumofila serogrupo 1, es perjudicial para la salud en humanos.
En ocasiones puede crecer y multiplicarse en la red de distribución de agua y sistemas de enfriamiento de grandes dimensiones (torres de refrigeración).
La única forma posible de contraer la enfermedad es por vía aérea, mediante la inhalación de pequeñas gotas de agua que permiten que la bacteria llegue a los pulmones, produciendo en ocasiones un síndrome febril de corta duración o un cuadro de neumonía.
La infección por legionela puede manifestarse con fiebre alta de pronóstico leve y corta duración o como un cuadro de neumonía con fiebre alta.