La Junta somete a información pública el estudio de impacto ambiental de la gigafactoría de Navalmoral
La Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura ha sometido a información pública la solicitud de autorización ambiental integrada y el estudio de impacto ambiental del proyecto de la gigafactoría de baterías de litio de Navalmoral de la Mata, cuyos promotores se encuentran buscando financiación para llevarlo a cabo.
A través de un anuncio publicado hoy en el Diario Oficial de Extremadura, la Junta abre el plazo para presentar sugerencias o alegaciones al proyecto de la planta de fabricación de baterías de iones de litio, cuyo promotor es Envision AESC.
La fábrica ha presentado un proyecto que consiste en la construcción y puesta en funcionamiento de una instalación destinada a la fabricación de baterías de litio que tiene previsto poner en el mercado distintos tipos de baterías de iones de litio en función de la composición de cátodo que se emplee y según la geometría de las celdas.
La gigafactoría de baterías de litio de Navalmotal de la Mata tiene previsto crear más de 3.000 puestos de trabajo directos y unos 12.000 indirectos, según el CEO de Envision, Lei Xang, que presentó el proyecto el pasado 18 de julio en un acto en el que estuvo presente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Sin embargo su exclusión definitiva del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) ha despertado dudas sobre su viabilidad y tanto los promotores como el Ejecutivo regional han anunciado su intención de poner en marcha la iniciativa con otro tipo de ayudas.
En el caso de ponerse en marcha, la fábrica acometerá un proceso que comienza con la formación de amalgamas que contienen los materiales del cátodo (óxido de litio, níquel, manganeso, cobalto) y los del ánodo (grafito, es decir, carbono), unos materiales sólidos de recubrimiento de los electrolitos que se mezclarán y a los que se añadirá a un disolvente para formar una suspensión que se aplicará a las láminas de metal que formarán ambos electrodos, es decir, aluminio para el cátodo y cobre para el ánodo.
Según el proyecto presentado en la Junta de Extremadura, las láminas de cobre y aluminio, con la suspensión ya depositada, se enrollarán, se secarán y se cortarán al tamaño adecuado para insertar en las baterías. Posteriormente se apilarán y se ensamblarán en paquetes cilíndricos, se agregará el electrolito, se sellará el conjunto y se realizará la primera carga eléctrica. A partir de este proceso, la batería quedará terminada y preparada para el montaje, embalaje y expedición.
El proyecto prevé su implantación en cuatro fases en las que se irán poniendo en marcha nuevas líneas de producción y cuyo periodo temporal abarca desde 2023 a 2028, de tal modo que la capacidad total de fabricación de baterías, al final de la cuarta etapa en 2028, sea de 94,24 GWh al año.
La fábrica que pretende instalarse en el Polígono Industrial Expacionavalmoral tiene previsto ubicarse en una parcela con una superficie de 1.088.211 metros cuadrados y el acceso a las instalaciones proyectadas se realizará desde la N-V. De prosperar la iniciativa empresarial, constará de cuatro edificios de producción en una planta de 118.950 metros cuadrados construidos cada uno donde se ubicarán las líneas de fabricación de baterías que integrarán dos líneas productivas.
También está prevista la construcción de dos edificios centrales de servicios auxiliares en los que irían los transformadores eléctricos, la planta de tratamiento de agua de producción, los sistemas de refrigeración, los sistemas de aire comprimido, y las calderas eléctricas, entre otros. Otras dependencias de la factoría serán las áreas de almacenamiento de materias primas, producto terminado, zona de tanques
de aditivos para el proceso y almacén de residuos; los laboratorios para la realización de test y desarrollo de procesos y el edificio de oficinas y cantina.
La autorización ambiental integrada que ahora se somete a información pública durante 30 días es un requisito imprescindible y sería la primera de las licencias obligatorias que deben presentarse ante Industria o Urbanimso. El proyecto no podrá registrarse sin que previamente se haya formulado la declaración de impacto ambiental, incluyendo la autorización ambiental integrada de las actuaciones relativas a la evaluación de impacto ambiental del proyecto.