Esperanza Gutiérrez, una vecina de Moraleja,  también vivía en Las Eras y en varias ocasiones ha narrado con emoción y tristeza qué ocurrió en aquellos días en la localidad.

Por aquel entonces estaba embarazada y a punto de dar a luz a su primer hijo. Ella fue uno de los tantos vecinos que tuvieron que refugiarse en casa de los Chaparro, frente a la Iglesia. "Pensamos que al ser de ladrillo sería más segura. Llegar allí fue horrible. El agua nos llegaba a la cintura en la plazuela de Venturina. Nos tuvimos que abrazar fuerte unos con otros para que la corriente no nos arrastrara".

Esperanza también describe la estampa del párroco, don Ciriaco, que con la sotana remangada no dudó en salvar a las numerosas personas que quedaron atrapadas en las Eras. "Se cayeron casas y hubo quien estuvo a punto de ahogarse".

Especialmente los más mayores de Moraleja recuerdan en estos días las horas que estuvo con el agua al cuello. Niños y mayores tuvieron que ser alojados en el colegio Joaquín Ballesteros, otros incluso se fueron a Coria.

Evacuación de los vecinos de Moraleja afectados por la riada, muchos de ellos residían en el barrio de Las Eras. (Imagen de Antonio Gonzalo)

Moraleja no olvida la tragedia, muchos recuerdan el desastre causado por las intensas lluvias y la riada provocada por la Rivera de Gata. De hecho, esta jornada el actual alcalde de Moraleja, Julio César Herrero, saca a la luz de nuevo la efeméride recordando que "ha oído contar lo que ocurrió en casa más de una vez".

"Fueron unos días muy duros para nuestro pueblo especialmente para Las Eras, fue la zona más afectada. En este barrio era donde las viviendas eran más humildes y el río campó a sus anchas". Ojalá nunca vuelva a repetirse", ha reflexionado esta jornada el primer edil de Moraleja.