Miles de personas vibraron anoche con la gran fiesta de La Encamisá de Torrejoncillo, un evento cargado de fervor religioso. Más de 250 escopeteros y un número similar de personas a caballo, fueron un año más, las figuras representativas de La Encamisá, que acompañan al estandarte, junto a locales y visitantes, a lo largo de su recorrido.

Cabe destacar que el estandarte recorrió unos 20 metros hasta ser entregado al mayordomo que montaba un caballo atalajado vistosamente para la ocasión. Éste iba acompañado por dos personas a sus lados, y es que detrás habían varias centenas de jinetes que, en el momento de recibir el mayordomo el estandarte, lo vitorearon y aclamaron.

Como es tradicional, todas las personas participantes en la festividad, iban cubiertos por una sábana blanca, adornada con finísimas puntillas y en algunos casos por estrellas.

Tras esto y entre una nube con olor a pólvora, la procesión recorría las empinadas calles del pueblo, y es que en sus plazuelas se encendían “joritañas” para combatir al frío o simplemente charlar alrededor de ella con los familiares y amigos, en las cuales los niños quemaban sus “jachas”. Después de dos horas y media aproximadamente, la comitiva regresaba a la plaza y todo el pueblo despedía el estandarte.

Cabe destacar que durante el evento, alrededor de 100 efectivos velaron por la seguridad y el buen desarrollo de la festividad de ‘La Encamisá’ de Torrejoncillo. El dispositivo de seguridad, que continúa activo, esta compuesto por 66 agentes de la Guardia Civil, del total, 24 pertenecen a Seguridad Ciudadana, 18 agentes a la USECIC y 24 a la Agrupación de Tráfico, que vigilarán los accesos y salidas del municipio con controles de alcohol y drogas.

Encamisá de Torrejoncillo / Foto: Valle del Alagón.