El pregón del Carnavalmoral y el petardo que José Vizcaíno tiró dentro del ayuntamiento en 1979
En 1979 Tomás Yuste ganó las primeras elecciones democráticas de Navalmoral de la Mata y se convirtió en el primer alcalde moralo tras la dictadura. Eran tiempos de cambios en toda España y también en Navalmoral y su ayuntamiento, que tenía como secretario de la corporación municipal a Mariano Zabala Alonso.
En aquella época, José Vizcaíno, talayuelano afincado en Navalmoral, tuvo la ocurrencia de tirar un petardo dentro del ayuntamiento que le costó una semana de arresto domiciliario. En realidad el petardo lo tiró Lorenzo Marcos García, moralo nacido en la Calle Guzmán el Bueno, en el barrio de El Cerro, de 72 años de edad, que contó está anécdota en el pregón del Carnavalmoral del Campo Arañuelo pronunciado este viernes ante centenares de personas.
Lorenzo Marcos salpicó su pregón de anécdotas de la época. Dice que aceptó ser el pregonero "con todo el cariño del mundo" y recordó las primeras carrozas del desfile que se hacían en la fábrica textil de Fuentecapala, donde trabajó buena parte de su vida.
El pregonero recordó a José Vizcaíno como una de las personas que más ha hecho por el Carnaval de Navalmoral de la Mata. En el año 1979, Lorenzo Marcos fue miembro de la comisión de festejos junto a Vizcaíno. Con la llegada de la democracia, dijo, vino la libertad, la alegría y las ganas de salir a la calle y de celebrar la fiesta.
Ante un público entusiasmado, Lorenzo Marcos recordó a Eduardo López Carrasco, el primer concejal de festejos, y a las peñas que han marcado un antes y un después, como la Peña Salvaje y sus espectaculares carrozas y puesta en escena, La Amapola, El 20 o La Cabra.
Acompañado de la alcaldesa de Navalmoral, Raquel Medina, que iba ataviada con el traje típico regional, el pregonero pidió al público que disfrute y respete, que abra las puertas de par en par a los forasteros para que se sientan parte de la fiesta, y que olviden los problemas, las rencillas y los signos políticos para disfrutar como si no hubiera un mañana.