Representantes de la Federación Extremeña de Caza han mantenido una reunión con el delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, y con el General Jefe de la Guardia Civil en Extremadura, Carlos Sarrión, para abordar la situación de la caza furtiva en la región .

Las tres entidades acordaron estrechar la colaboración para perseguir de manera coordinada este y otros delitos relacionados con el sector cinegético. Algunas de las medidas que Fedexcaza puso sobre la mesa durante la reunión fueron el impulso de campañas especiales de vigilancia en épocas concretas como la berrea, o acciones de sensibilización para animar a la gente a denunciar e informar sobre cualquier sospecha que le permita a la Guardia Civil obtener más información para llevar a cabo sus investigaciones.

El encuentro se produjo tras la petición de Fedexcaza el pasado mes de enero a ambas entidades para invertir más recursos en la lucha contra el furtivismo. Esta práctica ilegal que está contemplada como delito en el Código Penal es una lacra cada vez más extendida en la región, generando graves perjuicios económicos, medioambientales y patrimoniales. La Federación ha constatado durante los últimos meses que este es un problema que genera preocupación en el sector cinegético, por eso valora positivamente que se estén dando pasos encaminados en revertir la situación.

En lo que va de 2023, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) ha detenido en la región a 18 personas por 9 delitos de furtivismo, además de detectar 91 infracciones relacionadas con esta práctica, según los datos que facilitaron en ese encuentro.

Furtivismo en Monfragüe

En una de esas recientes operaciones contra la caza furtiva los agentes de la Guardia Civil han detenido a un hombre e investigan a otro como supuestos responsables de seis delitos de furtivismo entre los años 2020 y 2022, cinco de ellos cometidos en el Parque Nacional de Monfragüe.

En total, se investigan delitos contra la fauna por los que resultaron abatidos dos gamos en una finca privada en Almaraz y siete ciervos en los enclaves del Parque Nacional. Uno de los gamos y los ciervos fueron decapitados para vender sus cabezas como trofeos en el mercado negro, una práctica habitual entre los furtivos.

Desde la Federación Extremeña de Caza agradecen a la Guardia Civil y a los agentes del Destacamento de Protección de la Naturaleza de Monfragüe (DEPRONA) su trabajo en esta investigación, cuyas diligencias instruidas ya están a disposición de la autoridad judicial en Navalmoral de la Mata.