UPA-UCE Extremadura ha analizado este miércoles el desarrollo de la campaña de producción de la fruta de hueso en la región, cuya recolección en estos momentos supera el 60%. Tal y como ha señalado el secretario general de la organización agraria, Ignacio Huertas, “a excepción de la cereza y a pesar de la sequía, se está logrando salvar la campaña”, ya que incluso en el caso del melocotón y la nectarina se registra una producción “un poco al alza sobre el año pasado”, en torno al 10%, mientras que en la ciruela hay un descenso, sobre todo en las variedades más tempranas.

En lo que respecta al inicio de la campaña, ésta se ha adelantado una semana en relación al año pasado debido a la primera ola de calor. “Esto generó un cierto agolpamiento de las variedades más tempranas al principio de la cosecha, pero que ahora se ha normalizado”, ha señalado Huertas, quien ha apuntado además que la calidad está siendo buena, con mejores calibres y menos descuentos que el pasado año. Asimismo, ha reconocido que se han registrado también “algunos problemas de falta de mano de obra para hacer frente a la recolección”.

Por otra parte, según ha señalado, a nivel europeo se espera una reducción de la producción del 10%, mientras que a nivel nacional esta caída es del 18% respecto a una campaña normal. En concreto, en España se inició la recogida con una previsión de 1.500.000 toneladas, pero por los problemas climatológicos se reducirá a 1.300.000 toneladas, cuando la media es de 1.594.000. Específicamente en Extremadura, la previsión este año es recolectar 225.000 toneladas, un 24% menos que el año pasado cuando se registraron 297.000 toneladas, siendo responsable de este descenso la catástrofe de la campaña de la cereza.

“Esto está motivando que la fruta tenga una mayor demanda”, ha indicado el secretario general de la organización, quien ha advertido no obstante que “seguimos con la problemática de los precios porque muchos agricultores no saben a qué precio están vendiendo cuando entregan su producción, y no tienen contratos que fijen condiciones como la fecha de pago, que según la ley debe ser como máximo un mes después de la entrega del producto”.

En este sentido, cabe recordar que a partir del 1 de julio es obligatorio para los compradores (empresas, centrales hortofrutícolas y distribución) registrar los contratos de las producciones adquiridas a agricultores y ganaderos en el registro online de contratos agroalimentarios antes de la entrega del producto. Según ha valorado Huertas, esta medida derivada de la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria “sin duda va a significar una mayor seguridad jurídica para los productores, que van a tener contratos con precios y plazos de pago antes de que se lleven sus producciones”. También, ha añadido “va a servir para que la Administración tenga los datos de los precios a los que venden los agricultores y para detectar si se está pagando por debajo de los costes”.

Por todo ello, la organización agraria UPA-UCE ha instado a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) y a la Administración Regional a vigilar que las centrales están registrando los contratos y cumpliendo la ley, y si no es así, “que impongan las sanciones oportunas”.

En la foto de la noticia, la rueda de prensa sobre la campaña de producción de la fruta de hueso.