Dos extremeños entre los cazadores retenidos en Turquía acusados sin pruebas de disparar a una persona

Cazadores retenidos en Turquía
Dos extremeños entre los cazadores retenidos en Turquía acusados sin pruebas de disparar a una persona

Dos extremeños se encuentran entre los seis cazadores españoles que llevan un mes retenidos en Turquía por las autoridades de aquel país tras ser acusados sin pruebas de haber herido a una persona en una cacería en la que participaban.

A los cazadores se les ha prohibido abandonar el lugar en el que se encuentran en Malatya, una ciudad al suroeste del país en las proximidades de una zona montañosa, aunque fuentes familiares han expresado su confianza de que este lunes puedan regresar a España.

Los afectados se desplazaron a Turquía el pasado 30 de enero con la intención de regresar el 4 de febrero, tras participar en un viaje de caza salvaje contratado a una agencia especializada de aquel país. Sin embargo, en una cacería contratada el día antes del viaje de regreso a España, dos personas armadas con rifles irrumpieron en la zona de tiro y, tras ser advertida su presencia, se les requirió para que abandonaran el lugar por el peligro que entrañaba.

Poco tiempo después llegaron varios coches de policía y los agentes informaron a los españoles que quedaban retenidos en el país porque había resultado herida una persona por arma de fuego, a pesar de que ninguno de los participantes, todos ellos cazadores experimentados, había disparado. A partir de entonces se inició "una pesadilla" para los españoles, que solicitaron ayuda a la embajada de nuestro país y que confían en regresar a sus domicilios en las próximas horas.

Los cazadores retenidos en Turquía son Carlos Soto Linares, Enrique de la Riva Andrés, Francisco José López Rodríguez, Francisco Javier Soto García y los extremeños Juan Claudio Jarillo Gómez y Luis Matías García Casero, estos dos últimos naturales del municipio cacereño de Casatejada. Jarillo es registrador de la propiedad en Talavera de la Reina y García Casero empresario.

En el grupo se encuentran otros tres ciudadanos madrileños y todos comparten un coto de caza en una finca ubicada en el municipio cacereño de Campillo de Deleitosa, en la mancomunidad Villuercas-Ibores-Jara.

Fuentes próximas a los afectados han explicado que los cazadores regresarán a España tras haber alcanzado un acuerdo con la parte demandante, que les acusa de haber herido a una persona, en un claro intento de extorsionarles para obtener un beneficio económico. No obstante, la familia ha explicado a Radio Interior de Extremadura que hasta que no tengan los billetes en sus manos y se encuentren en el avión no darán nada por confirmado.

A través de un comunicado, los cazadores informaron que nadie vio ningún herido ni tampoco ambulancias en el lugar de la batida, a pesar de lo cual fueron conducidos a comisaría, donde les obligaron a entregar las armas y fueron detenidos sin pruebas hasta ser asistidos por un intérprete que les permitiera declarar ante la Fiscalía y ante el juez.

Los seis ciudadanos españoles fueron puestos en libertad a la mañana siguiente y mantuvieron los pasaportes en su poder, aunque durante el mes que han permanecido en Turquía se han visto obligados a personarse cada siete días en comisaría.

La persona supuestamente herida se encuentra de alta médica y ha sido sometida a dos informes médicos que coinciden en señalar que no hay constancia de que haya recibido el impacto de una bala, sino que presentaba una herida de origen indeterminado que le mantuvo durante cuatro días en un centro hospitalario.

Después de cuatro semanas sufriendo esta situación, y a pesar de tener todas las pruebas a su favor, los cazadores se mostraron partidarios de aceptar una fianza con la única finalidad de permitirles abandonar el país y volver a sus quehaceres en España.

El denunciante turco reclamó inicialmente una cantidad "desproporcionada" como indemnización hasta que el pasado 29 de febrero los cazadores se vieron obligados a alcanzar un acuerdo económico con la familia del herido para poder abandonar Turquía, y ello a pesar de que la policía les eximió de cualquier tipo de responsabilidad en el suceso.

En la imagen facilitada por la familia de los afectados, los cazadores junto a guardas rurales y responsables de la empresa organizadora del viaje a Turquía.

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