La cooperativa EcoJerte revoluciona la agricultura con su enfoque agroecológico
La cooperativa EcoJerte, ubicada en el norte de Cáceres, ha ganado notoriedad por su compromiso con la producción agroecológica. EcoJerte ha desafiado las convenciones agrícolas modernas al cultivar una amplia gama de productos, desde cerezas hasta kiwis, mandarinas y muchas más frutas utilizando métodos que se remontan a miles de años.
Lo que distingue a EcoJerte es su enfoque en la venta directa, eliminando intermediarios para ofrecer productos frescos y ecológicos a precios asequibles. Este modelo beneficia tanto a los agricultores como a los consumidores, al reducir los costes y garantizar la calidad de los productos. Según Ángel Calle, uno de los socios de la cooperativa, este enfoque ha demostrado ser más rentable que la agricultura convencional, al tiempo que promueve una conexión más profunda entre los consumidores y los alimentos que consumen.
Lo más llamativo de EcoJerte es su reciente incursión en la producción de lechugas con gusanos. Mientras que muchos podrían considerar este enfoque poco convencional, Calle defiende que las lechugas con gusanos son un signo de calidad y autenticidad. Según él, estas lechugas, a diferencia de las producidas en masa que carecen de sabor y nutrientes, son un verdadero logro de la agricultura sostenible y la conexión con la naturaleza.
La visión de EcoJerte va más allá de la simple producción de alimentos; la cooperativa aboga por un cambio en la percepción del consumidor hacia los productos agrícolas. Su compromiso con la agroecología no solo se traduce en alimentos más saludables, sino también en la revitalización de la economía local y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
En un momento en que la agricultura industrial y los alimentos ultraprocesados dominan el mercado, EcoJerte ofrece una alternativa prometedora y más saludable. A medida que la cooperativa continúa desafiando las normas establecidas, su impacto en la comunidad agrícola de Extremadura es innegable, inspirando a otros a reconsiderar el futuro de la agricultura y la alimentación.
En la foto, la huerta de Ecojerte.