Sanidad y las comunidades autónomas aprueban la actualización de la estrategia del ictus
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han dado luz verde a la actualización de la Estrategia del Ictus del Sistema Nacional de Salud, con el objetivo primordial de mejorar la prevención, atención y rehabilitación de esta enfermedad cerebrovascular. Esta revisión del documento, inicialmente promulgado en 2009, busca instaurar prácticas basadas en la excelencia clínica y en condiciones equitativas en todo el territorio nacional.
El ictus sigue siendo un problema para la salud pública en el panorama global, con una asociación alarmante a niveles elevados de mortalidad y discapacidad cuando no se aborda de manera adecuada. En España, alrededor de 120.000 personas sufren un ictus cada año, y aproximadamente 25.000 pierden la vida debido a esta afección. Además del impacto directo en la salud, el ictus conlleva un sufrimiento considerable y afecta profundamente diversas áreas de la vida de quienes lo padecen.
El enfoque de la Estrategia del Ictus se estructura en torno a una atención integral e interdisciplinaria, con un énfasis en la coordinación y la atención centrada en la persona. Reconoce la importancia de la equidad, la sostenibilidad y el respeto de los derechos humanos y la bioética como principios rectores. Asimismo, promueve la participación activa de los pacientes y sus familias en el proceso de toma de decisiones y autocuidado.
La prevención juega un papel crucial en la lucha contra el ictus, con estudios que sugieren que hasta un 80-90% de los casos se pueden prevenir mediante la modificación de estilos de vida y factores de riesgo. Además, se destaca la importancia de la rápida intervención y el tratamiento especializado, así como la implementación de métodos de diagnóstico y tratamientos respaldados por evidencia científica.
La Estrategia del Ictus se alinea con los objetivos y recomendaciones del Plan de Acción Europeo para el Ictus 2018-2030, abordando la complejidad de esta enfermedad desde una perspectiva holística y enfocada en la persona. En última instancia, subraya la necesidad de una coordinación efectiva entre los profesionales de la salud y una continuidad en la atención para garantizar los mejores resultados para aquellos afectados por esta afección incapacitante.
En la foto, sanitarios en el hospital.