La solidaridad intergeneracional es la clave para afrontar el reto de la longevidad
En el marco Día Europeo de la Solidaridad y la cooperación entre generaciones, que se conmemora el 29 de abril, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha hecho un llamamiento a la solidaridad intergeneracional como elemento clave para afrontar los desafíos que supone la transición demográfica y una sociedad cada vez más longeva.
Así, se ha manifestado que “la solidaridad entre las generaciones es y ha sido un elemento clave de los sistemas económicos, financieros y sociales a nivel europeo, pues la intergeneracionalidad pasa precisamente por una forma distinta de concebir la realidad y de que la ciudadanía ejerza su responsabilidad social de manera democrática y activa”.
En este sentido, la plataforma ha recordado que la transición demográfica en Europa ha conllevado cambios significativos en la estructura del hogar y de las familias, con un impacto potencial en la dinámica entre las generaciones. Como consecuencia del aumento de la longevidad de las sociedades, la mayoría de las personas adultas en Europa pertenecen a una red familiar de diversas generaciones, con la que comparten varias décadas a través de una compleja red de lazos.
Por este motivo, la plataforma ha reseñado que la solidaridad intergeneracional es “una condición previa esencial para la cohesión social y un fundamento de la asistencia pública formal y de los sistemas de cuidado informales”. Asimismo, ha recalcado que “los sistemas de bienestar se basan en gran medida en la solidaridad entre generaciones, ya que las generaciones más jóvenes apoyan a las generaciones mayores”.
Desde el punto de vista de las personas mayores, esta cuestión adquiere una importancia decisiva, ya que una vejez activa ha de ser participativa y “no hay acción intergeneracional que pueda prescindir de la participación de todas las generaciones, en igualdad de oportunidades”, han afirmado.
En lo que respecto al liderazgo intergeneracional, la plataforma ha insistido en que dicho liderazgo concierne y corresponde al conjunto de la sociedad, no solo a las personas, sino también a las instituciones, organizaciones y empresas, que tienen en la intergeneracionalidad “la vía para lograr la cohesión social y el mejor modo de rentabilizar el talento, desarrollar la eficiencia, el compromiso y el reconocimiento social entre generaciones”.
Los mecanismos de redistribución solidaria deben ser reforzados con formas de solidaridad intergeneracional que profundicen en los derechos sociales. Al mismo tiempo, para una mayor efectividad de las políticas, “es necesaria una aproximación integradora, con servicios basados en la comunidad, desde una lógica de curso de vida que evolucione hacia políticas intersectoriales”.
También ha puesto de manifiesto la necesidad de promover espacios de encuentro, lo que implica remodelar la organización, la gestión y las prestaciones, así como los usos de los centros y de los espacios públicos. También ha considerado imprescindible fomentar la interacción, la participación y el liderazgo; al igual que corregir las políticas sesgadas por los criterios de edad y “enfocando la acción de las Administraciones Públicas desde un prisma común”.
Finalmente, se ha considerado que es fundamental realizar una constante labor pedagógica para concienciar y sensibilizar a la ciudadanía del cambio profundo y de la oportunidad que significa la nueva longevidad, y de cómo sus retos “encuentran respuesta eficaz en la cultura intergeneracional, clave para que nuestras sociedades aspiren a un futuro más inclusivo, equitativo y sostenible para todas las edades”.
En la foto de archivo, una persona mayor.