Un vecino de Plasencia recoge 35.000 firmas para que no separen a sus padres enfermos en distintas residencias
“Mis padres tienen 84 y 80 años y se cogen de la mano como si tuvieran 14. Cuanto más mayores, más carantoñas”. Así comienza el texto de la petición que ha iniciado José Hernández, el hijo de Desiderio y María Soledad.
José Hernández, hijo de dos personas mayores con alzhéimer y residente en Plasencia, está recogiendo firmas en Change.org solicitando que se modifiquen los actuales criterios de asignación de plazas en residencias para que no separen a sus padres después de 60 años casados y conviviendo juntos. En un sólo días ha conseguido recoger más de 35.000 firmas en esta plataforma.
“Mis padres tienen 84 y 80 años y se cogen de la mano como si tuvieran 14. Cuanto más mayores, más carantoñas”. Así comienza el texto de la petición que ha iniciado José Hernández, el hijo de Desiderio y María Soledad.
“Van a hacer 60 años de casados y aún me emociona ver esa conexión. Por eso se me parte el alma cuando los miro y sé que quizás tengan que separarse justo ahora, en los últimos años de sus vidas.”
“Necesitan ayuda las 24 horas. Yo paso mucho tiempo con ellos, incluso muchas noches me quedo a dormir, pero no es suficiente. Mi madre en cuestión de meses ha pasado de cocinar y valerse por sí misma a pasar la mayor parte del día inmóvil, incapaz de asearse sola, con la mirada perdida", explicó en una entrevista en Radio Interior.
Asegura que para él es muy duro verles así. "Hemos solicitado para ambos una residencia pública aquí en Extremadura. Y aunque parezca increíble, hemos sabido que en los criterios para asignar plazas no se tiene en cuenta que son un matrimonio. Valoran a cada uno por separado incluso teniendo la misma enfermedad y, por ello, podrían asignarle a cada uno una residencia distinta. Separándoles en sus últimos años y después de haber pasado toda una vida juntos", añadió.
Para impedirlo “antes de que sea demasiado tarde”, José ha lanzado una recogida de firmas en Change.org a través de la cual está solicitando modificar la actual normativa “para evitar que matrimonios que llevan toda la vida juntos tengan que separarse así”. Pide que al asignar residencias tengan en cuenta la convivencia de años a la hora de baremar.
El hijo de la pareja de ancianos recuerda que eligiendo una residencia privada todo se solucionaría, “pero hemos calculado y estaríamos hablando de que ambas plazas nos costarían cerca de 5.000 euros mensuales. ¿Quién puede gastar eso una vez al mes?”, se pregunta.
José Hernández asegura que separar a sus padres de un día para otro sería “una experiencia desgarradora para ellos” y por ello insiste en la necesidad de cambiar el baremo “para que las parejas de ancianos, especialmente aquellas que lidian con enfermedades crónicas como el Alzheimer, puedan terminar sus días juntas. Pues aunque el recuerdo se borre, ese cariño se mantiene entre ambos y lo último que se pierde es el amor.”