La Sala Trajano de Mérida alberga este fin de semana una programación conformada por el concierto de 'Los Nachos', la representación de 'Malas Hierbas', obra enmarcada en la muestra de Teatro Amateur, y la puesta en escena de 'El Balneario', a cargo de Esteban García Ballesteros y Nuqui Sánchez.

El grupo 'Los Nachos' actuará este viernes, una banda que ofrece un espectáculo con temas propios y guiños a clásicos del pop-rock español, liderada por la voz de Raquel Carrasco junto a ella; Antonio Javier Calero, guitarra y voces; Diego Sánchez, bajo y voces, y Miguel Ángel Collado a la batería son los cuatro músicos extremeños que, con amplia trayectoria, integran esta banda.

Se trata de una "formación clásica con un gran repertorio que promete crear un ambiente inolvidable en un espectáculo lleno de sorpresas y una conexión única con el público", que comenzará a partir de las 20.30 horas con entrada a 5 euros.

Este sábado, actuará la compañía Arriba el Telón Teatro con la obra 'Malas hierbas', enmarcada en la programación de la Muestra de Teatro Amateur, y comenzará a partir de las 20,30 horas con entrada libre hasta completar aforo.

Esta obra, con autoría de Carlos Be y dirección de Rafa Vázquez e interpretada por Tini Molina, Ángel Maya y Ángela Reyes habla del amor, la ambición, el poder y también de lo difícil que es renunciar a lo que más queremos.

La obra plantea una "sátira con el foco puesto en presuntas corrupciones, abusos de poder, ambición y los comportamientos poco o nada éticos en un triángulo erótico y festivo, marital y empresarial donde la tragicomedia y el enredo preparan al espectador para la acción", según informa la Junta de Extremadura en nota de prensa.

Por último, este domingo, a las 18.00 horas, será el turno para 'El balneario', de Cíclica Teatro, una obra escrita por Virginia Campón y Pedro Luis López Bellot que "explora el alzheimer entre lo absurdo y lo dramático desde el prisma del realismo mágico". Esta obra está dirigida por López Bellot e interpretada por Esteban García Ballesteros y Nuqui Fernández.

En ella, la realidad se distorsiona, pero las emociones permanecen en ella, se pone en valor la resiliencia del ser humano, la necesidad de recordar y la ciencia como una promesa para un futuro donde una hija y un padre se reencuentran a través de diálogos fragmentados y absurdos que permiten a la hija reconstituir los recuerdos de su padre entre la ternura y la desesperación.