Un extremeño en Valencia cuenta a Radio Interior cómo vivió la devastadora DANA
Natural de Coria, lleva diez años en la Comunidad Valenciana, reside en Quart de Poblet y ha compartido con Radio Interior sus recuerdos de la fatídica tarde en la que la DANA cambió la vida de miles de personas.
José Miguel García Carrasco es uno de esos tantos extremeños que residen en la Comunidad Valenciana y que ha vivido en su propias carnes los efectos de la devastadora DANA.
Afortunadamente, él no ha sufrido daños materiales y su familia se encuentra bien, pero lamenta la situación que se están viviendo en otras poblaciones cercanas a la suya. Él, natural de Coria y que lleva diez años en la Comunidad Valenciana, reside en Quart de Poblet y ha compartido con Radio Interior sus recuerdos de la fatídica tarde en la que la DANA cambió la vida de miles de personas.
"Donde vivimos no llovió, nos llegó la alerta tarde, cuando ya éramos conscientes de que algo estaba pasando. El agua anegó varias calles, inundó garajes pero lo peor de la gota frío no se registró aquí, pero sí en otras poblaciones tan cercanas como Aldaia", explicó.
"Estabamos en casa cuando llegó la alerta, a esa hora ya había gente en otras localidades con el agua al cuello", detalló. "Las calles se convirtieron en ríos en sólo unos minutos, yo pude salvar mi coche, otros no pudieron hacerlo", lamenta.
"Fue de repente, mucha gente vió como llegaba una ola de dos metros de altura, a pesar de que donde se encontraban no había llovido. El agua venía del Barranco de El Poyo, donde llovió de forma torrencial", explicó.
Ahora toca ayudar a los afectados porque "algunas calles recuerdan a la serie The walking dead gente buscando sus coches, gente que lo ha perdido todo, familias desaparecidas, robos, saqueo a supermercados, tiendas..."
Hay zonas donde no ha llegado el agua, donde siguen sin luz y en las que continúan esperando la llegada de más efectivos para tratar de desescombrar calles y sacar el agua de los garajes que siguen inundados.
"Tememos lo que pueda pasar en el aparcamiento subterráneo del centro comercial Bonarie de Aldaia", un aparcamiento de varias alturas donde hay cabida para miles plazas. Las bombas de achique han comenzado a trabajar con el temor de ver qué encontrarán.
"Hay gente que tiene que caminar 30 kilómetros ida y vuelta para poder comprar agua porque en sus localidades no hay nada, las tiendas está destrozadas como consencuencia de los efectos de la DANA", añade.
Pedimos ayuda urgente, más medios para las zonas más afectadas, donde necesitan agua, productos de higiéne..."Es una situación devastadora porque conoces a gente que lo ha perdido todo", lamenta.
Mientras, las miradas están en el centro comercial Bonaire, donde los efectivos de emergencias trabajan desde hace días en achicar el agua que anegó todas sus plantas. También hay preocupación por lo que puedan encontrarse en los aparcamientos más pequeños de algunos supermercados.
En la distancia, el pueblo extremeño, solidario donde los haya, se ha volcado con los daminificados. Decenas de camioneros recogen material donado. Algunos ya han partido para llevar la ayuda, otros esperan que llegue el lunes para cargar sus tráilers y partir rumbo a una zona en la que se ha vivido la peor catástrofe natural de la historia reciente de España.