La candidata a la secretaría general del PSOE de Extremadura, Esther Gutiérrez, ha subido la tensión este miércoles al pedir a su contrincante, Miguel Ángel Gallardo, que rinda cuentas, actúe con transparecencia y dé a conocer los detalles de sus gastos de campaña.

Cuando muchos pensaban que la tirantez de los socialistas había alcanzado su máximo nivel en las últimas primarias, en las que se enfrentaron Gallardo y Lara Garlito, el proceso electoral interno que se avecina asegura, cuando menos, reproches como los que se cruzaron los entonces candidatos el pasado mes de enero.

Esther Gutiérrez reclama "transparencia total" en el proceso de primarias y pide que Gallardo que ofrezca el detalle de los gastos de la campaña, quién paga y cuánto. Pide que se presenten las facturas de todos los gastos para que la militancia conozca las cuentas.

Desde que el pasado 3 de diciembre, Gutiérrez -consejera de Educación durante ocho años con Fernández Vara y actual vicepresidenta de la Diputación de Cáceres- presentase su candidatura a liderar el PSOE de Extremadura, no ha habido un solo día en el que no haya ejercido presión contra su rival.

Ella es consciente de que, a diferencia de lo que ocurría a principios de este año, Gallardo no se encuentra en el mejor momento: actualmente es investigado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Badajoz por el caso Azagra junto al hermano del presidente del Gobierno, y el proceso electoral socialista será el día 11 de enero, sólo dos días después de su declaración en sede judicial.

FUERTE DIVISIÓN

La candidatura de Gutiérrez causó una gran sorpresa entre destacados dirigentes socialistas hasta el punto que llegó a difundirse un manifiesto en el que expresaban su disconformidad con la celebración de un proceso de primarias apenas nueve meses después de haber elegido a su secretario general.

La candidata cacereña tuvo que recordar que el PSOE es "un partido democrático" y que lo que se ponía en marcha era un proceso participativo, poniendo de relieve la fuerte división que atraviesa el principal partido de la oposición.

Los 9.600 militantes socialistas de Extremadura tendrán que elegir nuevamente entre dos modelos distintos de partido, el de Esther Gutiérrez que, salvo excepciones, cuenta con los apoyos de numerosas agrupaciones de la provincia de Cáceres, y el de Miguel Ángel Gallardo, que acusa el desgaste propio de quien se enfrenta a una investigación judicial.

El actual presidente de la Diputación de Badajoz y actual secretario general del PSOE de Extremadura venció en las primarias socialistas a su única oponente, la cacereña Lara Garlito, el pasado 2 de marzo, al lograr el 56,2 por ciento de los sufragios con 4.078 votos. Su oponente cosechó 3.105 votos que supusieron el 42,8 por ciento del total.

La candidatura de Gallardo intenta repetir los resultados de su última campaña, que fue subida de tono y culminó con un debate entre ambos oponentes cargado de reproches. Para ello trabajará con el objetivo de consolidar los apoyos que tiene en la mayoría de las agrupaciones socialistas de la provincia de Badajoz y en mantener aquellos que logró en la provincia de Cáceres.

Pero a diferencia de lo que ocurrió entonces, el actual líder socialista se enfrenta a una mujer que le ha tomado la delantera y ha comenzado a ejercer presión contra su contrincante, consciente de que atraviesa horas bajas. La candidatura de Gutiérrez, impulsada desde el PSOE cacereño, está convencida de que por primera vez logrará situar a una mujer al frente del partido para situarse al mismo nivel que el Partido Popular y Unidas por Extremadura.

Del 17 al 19 de enero, los socialistas celebrarán su XV congreso regional en Plasencia, donde será proclamado el secretario general del partidoy se elegirá la nueva ejecutiva regional.