Gutiérrez acusa a Gallardo de dinamitar el PSOE y éste le reprocha actuar por el cargo
Los que han tenido la oportunidad de seguir el debate han podido comprobar que el tono de Gallardo era más conciliador y el de su oponente más agresivo; de hecho, Gutiérrez ha protagonizado una campaña llena de acusaciones contra el actual secretario general, al que ha llegado a culpar de contribuir a la división interna de los socialistas.
El PSOE de Extremadura atraviesa una fuerte división interna, tiene distintos modelos de partido y la militancia está polarizada en dos bloques que, aunque no coinciden con el ámbito geográfico de las dos provincias, arrastra diferencias que son palpables entre los órganos de dirección de Cáceres y Badajoz.
Hace menos de un año el PSOE de Cáceres respaldó a Lara Garlito en el proceso de primarias que le enfrentó a Miguel Ángel Gallardo, que resultó finalmente vencedor. Es cierto que la división no fue matemática y que Gallardo logró importantes apoyos en el norte de la provincia de Cáceres, pero la diferencia fue clara: en la provincia de Badajoz, Gallardo cosechó el 69,49% de los votos emitidos frente al 29,33% de Lara Garlito, mientras que en la de Cáceres, Lara Garlito logró arrastrar el 67,75% de los votos, frente a los 31,69 de su oponente.
Casi un año después, el PSOE sigue tanto o más dividido que nunca, y prueba de ello ha sido el intercambio de reproches que se han lanzado en el único debate en el que han participado los aspirantes a liderar el partido, Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena, 1974) y Esther Gutiérrez (Cáceres, 1977).
La candidata a la secretaría general del PSOE de Extremadura, Esther Gutiérrez, ha sido especialmente crítica con el actual modelo de Gallardo y ha reconocido que los socialistas no se encuentran en condiciones de afrontar un proceso electoral con garantías de resultar vencedores.
"No reconozco este PSOE ni creo que actualmente exista un proyecto ganador", ha dicho textualmente la candidata al enfrentarse a su oponente, Miguel Ángel Gallardo. La que fuera consejera de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura y actual vicepresidenta primera de la Diputación de Cáceres también ha reconocido la división interna existente en el seno del PSOE y se ha mostrado convencida de que a la mitad del partido se le ha dado la espalda. La solución a este problema pasa, según la candidata, por la puesta en marcha de un proyecto ambicioso y con energía.
En un debate tenso, Gallardo ha echado en cara a su oponente que cuando tuvo la oportunidad de continuar como diputada en la Asamblea de Extremadura optó por la comodidad del cargo en la Diputación de Cáceres.
Los que han tenido la oportunidad de seguir el debate han podido comprobar que el tono de Gallardo era más conciliador y el de su oponente más agresivo; de hecho, Gutiérrez ha protagonizado una campaña llena de acusaciones contra el actual secretario general, al que ha llegado a culpar de contribuir a la división interna de los socialistas.
DOS PRIMARIAS EN UN AÑO
Gallardo se ha visto envuelto en dos procesos de primarias en menos de un año, pero el PSOE sigue tan fracturado como entonces. Aunque conserva el poder institucional de las Diputaciones de Cáceres y Badajoz, ha perdido la Junta de Extremadura y sólo tiene bajo su control una de las cuatro ciudades más pobladas de la región, Mérida.
Esther Gutiérrez ha defendido la necesidad de terminar con las diferencias provinciales en el partido y ha advertido que si es elegida secretaria general dejará la vicepresidencia de la diputación cacereña. Gallardo ha respondido a este mensaje recordando a la candidata que él ya dejó la alcaldía de Villanueva de la Serena y que hará lo mismo con la presidencia de la Diputación de Badajoz cuando pueda.
La candidata ha lanzado duras críticas al actual secretario general: ha dicho que se ha producido una pérdida de principios y valores y ha asegurado que no quiere que se apoderen del PSOE "aquellos que quieren coartar la voz y voto de los militantes”. Es más, le ha acusado de "inocular el miedo" en el partido desde su llegada al cargo, y le ha reprochadio que expulsara y despidiera de sus trabajos a los militantes que apoyaron la candidatura de Lara Garlito en el proceso electoral de hace nueve meses.
Gallardo también ha subido el tono y ha llegado a dudar que su oponente se hubiese presentado a las primarias si hubiera formado parte de la ejecutiva en el último congreso federal del PSOE, pero ella le ha recordado que es el único culpable de lo que sucedió por dedicarse a excluir a los que no le votaron y a dinamitar el partido para no perder el sillón.
UN PSOE DESCONECTADO
En un tono más sosegado y menos agresivo que hace nueve meses, Gallardo se ha dedicado más a repeler los golpes de Gutiérrez que a mostrar su dureza y capacidad. Esther Gutiérrez ha dicho que el PSOE debe conectar consigo mismo y con la sociedad, pero para ello ha dicho que es necesario acabar con la actual división interna y con el miedo.
Gallardo ha intentado rebajar el tono del debate y llevar a su oponente a su terreno, pero la candidata socialista ha mantenido su carga agresiva durante el encuentro. De hecho, el actual secretario general de los socialistas ha dicho que sería negativo "que tu generación y la mía se enfrenten y dividan".
Pero ella ha tenido un tono más duro y le ha acusado de romper la democracia interna al reunirse "en una mesa de camilla" junto al alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, y el secretario provincial del PSOE de Badajoz, Rafael Lemus, para intertar frenarla.
El debate ha dejado claro que Gallardo no ha llevado las riendas como hace unos meses frente a Lara Garlito, y se ha limitado a destacar los avances conseguidos desde que asumió la secretaría general. En contra de lo que le ha reprochado Gutiérrez, Gallardo ha asegurado que ha logrado su compromiso con la unidad y el fortalecimiento del partido.