Diamond Foundry inicia la producción de los primeros diamantes en Trujillo

De izquierda a derecha, Rafael Benjumea, Rebeca Brandys y Antonio Córdova muestran uno de los primeros diamantes producido en la planta de Trujillo.
Diamond Foundry inicia la producción de los primeros diamantes en Trujillo

“El 77% de las personas que trabajan ahora mismo en la planta son extremeños y más de la mitad han tenido la oportunidad de regresar a su tierra gracias a este proyecto, después de haber estado trabajando fuera de Extremadura”.

Diamond Foundry ha iniciado en fase de pruebas la producción de diamantes en la planta de Trujillo, la primera de estas características que se ubica en suelo europeo. Ya se han puesto en marcha las primeras líneas de reactores, a las que se irán sumando más en las próximas semanas hasta completar la primera fase del proyecto en Extremadura, como ha anunciado hoy el presidente de Diamond Foundry en España, Rafael Benjumea.

En ese acto, tras el que se han podido visitar parte de las instalaciones, han participado también el director general de Diamond Foundry, Antonio Córdova, el director de la planta, Eugenio de Arriba y dos de los responsables técnicos de la fábrica. 

La primera fábrica de producción de diamantes de Europa, puesta en marcha por Diamond Foundry, cuenta con una nave industrial de 6.000 metros cuadrados, que alberga una zona dedicada oficinas y una gran sala en la que se ubican los reactores de plasma. 

El proyecto de Diamond Foundry en Trujillo cuenta actualmente con 42 trabajadores de los que 36 son extremeños, con una edad media de 31 años en la plantilla. La previsión es alcanzar los 100 empleos directos en esta primera fase y alrededor de 300 cuando estén las tres fases completadas.   

ATRACCIÓN Y RETENCIÓN DE TALENTO 

“El 77% de las personas que trabajan ahora mismo en la planta son extremeños y más de la mitad han tenido la oportunidad de regresar a su tierra gracias a este proyecto, después de haber estado trabajando fuera de Extremadura”, ha señalado el presidente de Diamond Foundry en España, Rafael Benjumea, en relación con la política de atracción y retención de talento que envuelve a este proyecto desde su concepción. 

“Como Cristian, supervisor de producción, que es de Cáceres pero trabajaba en Portugal y ha vuelto para instalarse en Trujillo después de diez años viviendo fuera, o Arancha, responsable de almacén y logística de Madroñera, que vivía y trabajaba en Córdoba hasta el año pasado y ha regresado a Extremadura después de 15 años y también Julio, técnico de equipos que procede de Trujillo y llevaba 7 años trabajando en Francia hasta que se incorporó a esta planta”, ha detallado, Benjumea. 

Son al menos una docena de trabajadores los que han retornado a Extremadura para trabajar en este proyecto con las primeas contrataciones que se han llevado a cabo, entre ellas también, una de las personas que ha regresado a Trujillo a raíz de este proyecto es el director de la planta de producción de diamantes, Eugenio de Arriba, quien en su intervención ha resaltado “la oportunidad” que el proyecto supone para Trujillo y para que trabajadores de la zona, como él mismo, puedan contribuir al despegue industrial de Extremadura. 

Junto al empleo generado directamente por la puesta en marcha de la instalación, la previsión es que esta primera fase genere otros 300 empleos indirectos en la zona. Esta cifra apuntala el compromiso que Diamond Foundry ha mantenido desde el inicio de su proyecto en Extremadura para generar un impacto positivo en la economía de la región. 

Por este motivo, durante la ejecución de las obras de la planta se ha colaborado con empresas extremeñas, dando prioridad desde el inicio a su implicación en todas las etapas del proyecto, con el objetivo de generar un impacto positivo en el territorio. 

La primera fase del proyecto ha supuesto una inversión de 275 millones de euros, y ascenderá a 675 millones cuando se completen todas las fases de la instalación. 

El proyecto global de Diamond Foundry en Trujillo contempla en total tres fases, con dos ampliaciones de la fábrica en las que se sigue trabajando. 

TRANSICIÓN ENERGÉTICA 

Los diamantes que se produzcan en esta primera fase estarán destinados a joyería y también a aplicaciones industriales.  En las siguientes fases que contempla el proyecto, la producción de Diamond Foundry en Trujillo se empleará también en otras aplicaciones ligadas al desarrollo tecnológico y la transición energética, como son la fabricación de chips para inteligencia artificial, supercomputación y también el almacenamiento de datos. 

EL PROCESO DE PRODUCCIÓN DE DIAMANTES 

El proceso de producción en la planta de Diamond Foundry en Trujillo reproduce, con la ayuda de la tecnología, las características que permiten que se originen en la tierra los diamantes. Lo que hacen los reactores es generar las condiciones que se da en la naturaleza, a partir de una mezcla de gases y la aplicación de energía sobre una ‘semilla’ de diamante que se introduce en el reactor.

Así, la planta consigue reproducir en apenas un mes el proceso por el que la naturaleza genera un diamante a lo largo de unos 1.000 años. 

La semilla es una placa de 20 x20 mm y 0,2 mm de altura que, al someterse a esa combinación de gases y un proceso de microondas en el que se pueden alcanzar los 1.000 grados, va creciendo hasta alcanzar las dimensiones óptimas para su uso. Ese proceso puede durar 4 semanas. A continuación, se lleva a cabo una fase de limpieza y pulido que permite obtener el producto final.

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