Una tesis de la UEx implanta un nuevo protocolo para la diverticulitis en el Hospital Universitario de Badajoz
La diverticulitis aguda es una enfermedad cuyas causas aún se desconocen a pesar de ser una afección bastante común en las consultas ambulatorias y de urgencias.
La diverticulitis aguda es una enfermedad cuyas causas aún se desconocen a pesar de ser una afección bastante común en las consultas ambulatorias y de urgencias.
El aumento constante de casos, el impacto en los sistemas sanitarios y el curso impredecible de la enfermedad a largo plazo, justifica ampliar la investigación en busca de una mejor comprensión de esta dolencia y un tratamiento más eficaz.
Así lo expone en su recién defendida tesis doctoral la investigadora María Carmona Agúndez, especialista de cirugía general en la unidad de coloproctología del Hospital Universitario de Badajoz. El objetivo de su investigación es estudiar de manera sistemática el curso y tratamiento de esta enfermedad, que se caracteriza por el crecimiento de pequeñas protuberancias en el colón: “En la mayoría de los casos no produce síntomas, pero se calcula que entre un 5-10% se produce una inflamación por causas que se desconocen y que en los casos más graves desemboca en una perforación del intestino”, explica la investigadora.
Comúnmente era una enfermedad asociada al envejecimiento o a pacientes inmunodeprimidos, pero los datos apuntan a un aumento de los casos en la población joven, que se cree está relacionado con un cambio de hábitos, como una alimentación poco saludable o falta de ejercicio. La falta de estudios de esta enfermedad no permite tomar medidas preventivas y dificulta la elección de un tratamiento más adecuado. Gracias a los datos analizados, se ha implantado un nuevo protocolo de actuación frente a esta enfermedad:
“La mayoría de las diverticulitis no requieren cirugía y se tratan medicamente con o sin antibióticos. Clásicamente se venía tratando como una infección y lo habitual era la prescripción de antibióticos, pero las nuevas guías recomiendan evitarlos en los casos más leves y tratar con analgésicos. El objetivo es evitar el abuso de antibióticos y el desarrollo de resistencias o alergias, y los datos analizados prueban su eficacia en los pacientes.”
La creación de protocolos no solo ayuda a los médicos a tomar mejores decisiones en cuanto al tratamiento de esta enfermedad, sino que también se convierte en una base científica que permite educar a los pacientes en esta nueva manera de tratarse libre de antibióticos.
“Por otro lado, después de evaluar nuestra práctica diaria, hemos constatado que en los casos más graves se practica mucho la llamada cirugía de Hartmann, que consiste en retirar el segmento de colón afectado y conectarlo a una bolsa externa para la expulsión de las heces. Pero se trata de una cirugía de urgencia que requiere que los pacientes vuelvan al quirófano para una reconstrucción que reconecte el intestino. Y hemos observado que más del 60% de los pacientes no vuelve y acaba conviviendo con la bolsa, lo que merma mucho su calidad de vida.”
Una práctica que los protocolos pretenden reducir, debido al coste económico y el impacto en los pacientes. En definitiva, se trata de establecer criterios de actuación contrastados para poder mejorar el abordaje clínico y ayudar a los pacientes que padecen esta enfermedad.