Un hospital extremeño incorpora un nuevo tratamiento para paliar los dolores de la artrosis
Uno de los pacientes tenía rizartrosis o artrosis de pulgar, una patología degenerativa de pequeña articulación que consiste en la aparición de dolor y limitación de la funcionalidad en la articulación trapeciometarcarpiana, la que une el dedo pulgar con la muñeca.
El Hospital Quirónsalud Cáceres ha comenzado a hacer tratamientos para la reparación de tejidos dañados usando microinjerto autólogo de tejido auricular.
Esta técnica, pionera en la sanidad privada extremeña, forma parte del catálogo de tratamientos de medicina regenerativa con los que cuenta el hospital cacereño dentro de su unidad del dolor y tiene como objetivo mejorar la funcionalidad y disminuir el dolor de la zona afectada.
“Consiste en la extracción de tejido del paciente, en este caso del tejido auricular que se encuentra en la oreja, que después de un mínimo procesamiento vuelve a ser infiltrado en la zona afectada para la reparación celular del tejido dañado” explica el doctor Enrique del Cojo, especialista en Anestesiología y Reanimación en Quirónsalud Cáceres.
Las terapias regenerativas se caracterizan por tratar de restaurar la función y estructura de los tejidos deteriorados mediante la regeneración celular. Para ello, se infiltran células madre del propio paciente en la zona dolorida.
En el caso del microinjerto autólogo, es especialmente útil en las articulaciones afectadas de artrosis hasta grado 3, cuando el dolor ya es notable y afecta la calidad de vida del paciente.
EXPERIENCIAS EN PACIENTES
Los dos primeros casos en los que se ha aplicado esta técnica en el Hospital Quirónsalud Cáceres se han tratado de pacientes con distintos tipos de artrosis.
El primero de ellos presentaba rizartrosis o artrosis de pulgar, una patología degenerativa de pequeña articulación que consiste en la aparición de dolor y limitación de la funcionalidad en la articulación trapeciometarcarpiana, la que une el dedo pulgar con la muñeca.
Dicho cartílago puede desgastarse precozmente por su sobreuso en tareas manuales o por factores hereditarios, más allá de su deterioro natural condicionado por la edad, lo cual limita la mayoría de los movimientos cotidianos en los que hay que usar las manos. El otro caso se ha tratado de un paciente con artrosis precoz en ambas rodillas, con un problema degenerativo a pesas de ser una persona joven.
En ambos procedimientos, una vez extraído el tejido de la zona auricular, es procesado mínimamente para extraer las células que luego se van a infiltrar.
“En este caso lo que hemos infiltrado han sido células precursoras de origen mesenquimal, que son muy similares a las células madre y apenas necesitan procesamiento”, comenta el doctor Del Cojo. “Simplemente lo que se hace con las células es pasarlas por unas microcuchillas antes de infiltrarlas para que tengan un tamaño aproximado entre 60 y 80 micrómetros, el tamaño adecuado para que puedan desarrollar todo su potencial regenerativo”.
La técnica es de carácter ambulatorio y mínimamente invasiva, por lo que el paciente puede retomar su vida normal el mismo día. “El beneficio clínico, que no es otro que recuperar la funcionalidad y disminuir el dolor en la zona tratada, comienza a percibirse a partir de las tres o cuatro semanas”, concluye el doctor Enrique del Cojo.