El envejecimiento, casi exponencial de la población, la falta de inversiones para garantizar el modelo de atención y que posibiliten una red de recursos suficiente y dinámica, la resistencia incompresible a una mayor y mejor coordinación socio sanitaria, y la falta de profesionales y de políticas activas que favorezcan la incorporación de profesionales al sector, ya sea autóctonos o que procedan de otros países, nos condenan a un futuro cuanto menos incierto.
Esta campaña destaca que el envejecimiento de las personas con parálisis cerebral es un “reto urgente e inmediato” que la Administración debe abordar para asegurar la sostenibilidad de los servicios y la calidad de vida de estas personas.