En los últimos años, el lince ibérico está mostrando una clara recuperación; de contar apenas con 200 ejemplares a finales de la década de los 1990, ha pasado a superar los 2000 en la actualidad.
Hasta el momento se ha conseguido monitorizar la especie en 33 provincias, a través de 1.814 censos realizados a pie, con una distancia recorrida de cerca de 8.500 kilómetros; se han recuperado 723 anillas de ejemplares.