Ante la gravedad de las informaciones recibidas, se inició de inmediato una investigación para esclarecer los hechos, identificar a los responsables y recopilar las pruebas.
Aseguran que "retiraron los cuerpos de los animales, introduciéndolos en bolsas de basura para no dejar rastro de su cacería, a pesar de que algunos animales aún seguían vivos en ese momento. En el lugar sólo quedaron restos de sangre".