El Hospital Universitario de Badajoz apuesta por estudiar la muerte súbita
La Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital Universitario de Badajoz, liderada por la cardióloga y jefe de sección del servicio de Cardiología, Mª Eugenia Fuentes Cañamero, y el Instituto de Medicina legal de Badajoz, con el médico forense y jefe del servicio de patología forense, Félix Sánchez Ugena, elaboraron y pusieron en marcha en 2018 un protocolo conjunto para facilitar el estudio de las personas fallecidas de muerte súbita por causa cardíaca hereditaria y ayudar a evitar casos similares entre los familiares de los fallecidos.
Los datos iniciales de este estudio se presentarán en la reunión anual de expertos de la Asociación Sociedad Extremeña de Cardiología el próximo día 3 de junio, en Mérida, con la participación de forenses, genetistas, cardiólogos y otros especialistas nacionales relacionados con las cardiopatías familiares.
Se pretende extender el proyecto a otros hospitales e institutos de medicina legal de la región para el estudio de esta patología en Extremadura de manera global.
Los forenses deben seguir unos pasos determinados durante la realización de la autopsia y recoger muestras que permitan un análisis posterior. Asimismo, deben aconsejar a los familiares de las personas fallecidas por muerte súbita que se pongan en contacto con la Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital para que puedan determinar si alguno de ellos tiene alguna enfermedad cardiaca.
La unidad de cardiopatías familiares cuenta con un cardiólogo y una enfermera, así como con el apoyo del resto de servicios del Hospital de Badajoz que puedan estar relacionados, como el laboratorio de genética e inmunología y las unidades de arritmias, insuficiencia cardíaca y marcapasos, entre otras, además de estar en contacto permanente con otros centros nacionales pioneros en el estudio de la muerte súbita.
La muerte súbita es un fallecimiento inesperado no violento que ocurre en una hora o menos desde que aparecen los primeros síntomas. Constituyen una quinta parte de los fallecimientos. De ellos el 80 por ciento tiene un origen cardíaco, y en menores de 40 años, aproximadamente, la mitad de las muertes asociadas a un problema cardíaco tiene una base genética, por lo que es aconsejable investigar si hay otros miembros de la familia con la misma patología para poder prevenir la aparición de nuevos casos.