El Gobierno obliga a los presidentes de Renfe y Adif a viajar a Extremadura para solucionar la crisis del tren

Autoridades en el acto inaugural del tren Alvia el pasado 18 de julio en Badajoz.
El Gobierno obliga a los presidentes de Renfe y Adif a viajar a Extremadura para solucionar la crisis del tren

El presidente de la entidad pública empresarial Renfe, Isaías Táboas, y la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, viajarán este viernes a Extremadura para dar explicaciones sobre el desaguisado del tren Alvia e intentar buscar soluciones a la sucesión de fallos protagonizados desde su puesta en marcha.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se ha visto obligada a pedir disculpas por el cúmulo de desaciertos del tren que entró en funcionamiento el 19 de julio y ha obligado a los dos ejecutivos a viajar a Extremadura para poner encima de la mesa "medidas con transparencia, rigor y soluciones".

"Soy consciente de que está habiendo retrasos y que el servicio que estamos ofreciendo no es ni el esperado ni el que los usuarios merecen, por ello pido disculpas y quiero transmitir que esta mañana he mantenido una reunión con carácter de urgencia con el presidente de Renfe y la presidenta de Adif y ya estamos tomando medidas", dijo textualmente la ministra que, a pesar de todo, consideró normal la existencia de "determinadas incidencias en los primeros días de una puesta en servicio".

La reacción del Gobierno se ha producido después de una jornada de máxima tensión en la Junta de Extremadura, que ha pedido a la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias, que compareciese públicamente para arremeter contra Renfe y Adif por la sucesión de errores, retrasos y anomalías detectados en el tren Alvia que fue inaugurado hace tres días como si se tratase de un alta velocidad. Iglesias ha transmitido al Gobierno la necesidad de adoptar medidas urgentes, y no "cuentos, excusas ni explicaciones técnicas".

Horas después, la ministra Raquel Sánchez se veía obligada a dar la cara para indicar que se está realizando un "seguimiento continuo" de la situación de los trenes, así como acompañamiento mecánico en el trayecto y personal adicional para atender cualquier incidencia. La ministra también ha reconocido que lo que está sucediendo, y que se ha convertido en asunto de mofa en toda España, no es "admisible".

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