Renfe trata de acallar las críticas al tren de Extremadura rebajando el precio del billete pero sin dimisiones
El presidente de la entidad pública empresarial Renfe, Isaías Táboas, y la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, se han marchado de Mérida sin solucionar la crisis del tren Alvia que cubre el trayecto entre Extremadura y Madrid y sin asumir responsabilidades políticas.
Ambos ejecutivos viajaron este viernes a la capital autonómica para dar explicaciones sobre el desaguisado del tren Alvia e intentar buscar soluciones a la sucesión de fallos protagonizados desde su puesta en marcha. A pocos kilómetros del lugar en que se encontraban, en Alange, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, calificaba de “desvergüenza” la sucesión de errores originados en el Alvia y exigía responsabilidades políticas, pero su petición ha caído en saco roto.
“Esto es un tema de la suficiente envergadura para que, o se resuelva, o el responsable se tiene que marchar”. Pero ni el tema se ha resuelto ni, hasta el momento, se ha marchado nadie. De hecho, Renfe da por hecho que los problemas continuarán y para compensar a los viajeros reducirá un 50% el importe de los billetes hasta que cesen los retrasos y los fallos técnicos y humanos.
Después de la precipitada inauguración del trayecto del Alvia entre Cáceres y Badajoz el pasado 18 de julio, ahora los responsables de Renfe dicen que han detectado una "anomalía" en el tren Alvia y que es lo que provoca la reducción de la velocidad en algunos tramos con pendiente. También han asegurado que están trabajando con el fabricante para solucionar este problema a pesar de que se trata de un tren usado de la serie 730 estrenado hace más de una década para cubrir el servicio Madrid-Galicia. El fabricante original de los Alvia, Talgo, ya recibió hace un año el encargo de remodelar los convoyes de las series S-130 y S-730 -como el Alvia de Extremadura- por un importe de 35 millones de euros más IVA.
Tras las críticas de Vara al tren de la vergüenza, como él mismo se ha encargado de llamarlo, la Junta de Extremadura ha emitido un escueto comunicado sobre el encuentro que ha mantenido la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias, con los presidentes de Adif y de Renfe, responsables del funcionamiento de los servicios ferroviarios.
El Gobierno regional asegura que ambos ejecutivos han dado explicaciones sobre las incidencias y las soluciones que con carácter inmediato se van a adoptar, pero lo único que ha quedado claro tras el encuentro es que los problemas continuarán y que el precio de los billetes se reducirá a la mitad mientras persistan los fallos. La consejera ha indicado que “la confianza de los ciudadanos y de la Junta de Extremadura está mermada” y que las explicaciones solo servirán si producen resultados y los trenes comienzan a circular con puntualidad.
Hasta que se encuentre una solución, Renfe realizará un "pequeño ajuste" en los tiempos de viaje y el trayecto durará "unos pocos minutos" más, y todo con el objetivo de que "la gente no tenga la sensación de que el tren no llegue tarde".