Apag Extremadura Asaja considera que durante el año 2022 se ha seguido legislando de espaldas al campo
Apag Extremadura Asaja ha hecho un balance del año 2022 considerando que ha sido un año muy difícil marcado por la reducción de la renta agraria, la bajada de producciones en la mayoría de los cultivos, la subida del coste de los insu mos y la puesta en marcha de un importante número de normas legislativas hechas de espaldas al agricultor y al ganadero.
De cara al 2023, el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha pedido que sea un año lluvioso para paliar la sequía hidrológica que ha marcado el 2022, que se reduzcan las exigencias burocráticas para los agricultores y que la Consejería de Agricultura haga efectivos los pagos pendientes como los de reestructuración o ayudas agroambientales, entre otros.
En el ámbito legislativo y de gestión, desde Apag Extremadura Asaja piden, en este año 2023 marcado por varias citas electorales, que lleguen políticos a las distintas administraciones públicas que sean cercanos a la tierra.
En cuanto a los distintos cultivos ha sido un año marcado por la reducción de las producciones, en general, siendo el olivar el más perjudicado, sin olvidar la bajada de precio de la uva. En el caso de los cereales, los precios han variado hasta mantenerse similares al año anterior pero con el incremento más alto que se recuerda en el coste de esta última siembra. En los cultivos de regadío, los más afectados por la falta de agua para riego han sido el arroz y el maíz, que también han sufrido la subida de los insumos.
En el caso de la ganadería, los precios que más se han visto reducidos han sido los del porcino ibérico y especialmente la montanera actual. Desde la organización agraria, con mayor representación en el Consejo Asesor Agrario, consideran un error que se haya quedado al porcino ibérico fuera de las ayudas concedidas para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania y, así, lo han venido denunciando en reiteradas ocasiones.
Desde Apag Extremadura Asaja recuerdan que el 2022 ha sido un año marcado por las movilizaciones y anuncian que seguirán la misma línea en el presente 2023. Una decena de actos de protesta tuvieron lugar el pasado año de los que cabe reseñar, las manifestaciones en Madrid, la tractorada de Badajoz en julio. También hay que destacar los cierres del stand de la organización agraria durante las inauguraciones de Iberovinac en Almendralejo, en el mes de abril, o en la inauguración de la la Feria de Zafra, el pasado 29 de septiembre, entre otros.
Con respecto a la reforma de la Política Agraria Comunitaria, PAC: “Extremadura será una de las regiones más perjudicadas con esta Reforma de la PAC que entró en vigor el pasado 1 de enero y que solo beneficia a los ecologistas”, explican desde Apag Extremadura Asaja. En líneas generales, se disminuye la media de los derechos en todas y cada una de las nueve regiones y se perderán ayudas por las negociaciones “nefastas” que se han llevado cabo por parte de la Consejería de Agricultura con el Ministerio.
En cuanto al proyecto de regadío en Tierra de Barros, Apag Extremadura Asaja considera que es un proyecto oscuro que genera dudas e incertidumbres porque, entre otras cosas, “el agricultor que quería cambiar su parcela a cultivo permanente ahora ve que se le impide en determinadas zonas protegidas”.
En el caso de la nueva normativa para la quema de restos agrícolas, que entró en vigor el pasado mes de octubre, Apag Extremdadura Asaja considera que con la orden actual, “la consejería en lugar de intentar ayudar a los agricultores y simplificar la labor de limpieza de los cultivos permanentes de plagas y enfermedades, que se conseguía con la quema, pone más trabas y dificulta la limpieza de nuestros campos, incluso más que otras comunidades autónomas”.
Apag Extremadura Asaja recuerda que es la única organización agraria que viene solicitando y denunciando de forma reiterada que se permita la quema controlada de rastrojos como medida natural de limpieza y evitar el uso masivo de fitosanitarios ineficaces