Denuncian que el grado de toxicidad del agua potable de Arroyo de la Luz oscila entre 5 y 7

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Denuncian que el grado de toxicidad del agua potable de Arroyo de la Luz oscila entre 5 y 7

Un grupo de vecinos de Arroyo de la Luz se ha concentrado a las puertas de la casa consistorial esta localidad cacereña para denunciar públicamente  el estado de la calidad del agua en este municipio.

En el acto ha participado candidato de Ciudadanos a la Junta de Extremadura, Fernando Baselga, el coordinador de esta agrupación en Arroyo, Juan Manuel Castaño, y la diputada de la misma formación, Encarna Martín. Los tres se han comprometido a llevar esta problemática a la Asamblea de Extremadura para que la Junta dé una solución urgente a los vecinos de Arroyo.

Baselga ha indicado que es incomprensible que los vecinos de Arroyo de la Luz tengan que pagar el agua del ayuntamiento "más el que tienen que comprar para consumir". Ciudadanos ha criticado el color oscuro del agua, aunque no es el mayor problema del agua de Arroyo de la Luz y se ha referido  al "grado de toxicidad del agua que está entre cinco y siete"

Baselga ha recordado a la Junta de Extremadura que a partir de siete el agua no es potable. "A partir de cinco el ayuntamiento tiene que tomar medidas drásticas". Desde Ciudadanos incluso han dado a conocer que algunas de las tuberías de la red de Arroyo siguen siendo de amianto, "a pesar de que es muy tóxico, y el ayuntamiento no debería consentirlo".

El uso de amianto, también conocido como fibrocemento, fue muy popular en el sector de la construcción, especialmente en los años 60. Sin embargo, el paso del tiempo ha demostrado que se trata de un material peligroso que puede provocar grandes problemas de salud. Aunque el riesgo aumenta considerablemente al inhalar sus partículas, también es una grave amenaza si se encuentra en el agua potable que beben los ciudadanos.

El amianto es el causante de muchos casos de cáncer de pulmón de personas que han respirado aire que contenía fibras de este material. Por lo que desde el año 2002 se consideró un tema de salud pública y se prohibió el uso de fibrocemento en cualquier elemento de construcción.

Solo un experto puede manipular y retirar los conductos afectados para evitar que en este proceso se liberen partículas con amianto que puedan ser inhaladas por el ser humano o cualquier otro animal.

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