La denuncia de una mujer refugiada en Cáceres permite detener a 3 personas y liberar a otras 5 víctimas de trata de seres humanos
Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal, llevando a cabo la liberación de 5 mujeres víctimas de trata, con fines de explotación sexual, en la provincia de Madrid.
La operación comenzó hace aproximadamente un año, cuando los investigadores tuvieron conocimiento de unos hechos que pudieran estar relacionados con una posible situación de trata, con fines de explotación sexual, en la persona de una joven de 18 años, procedente de un país latinoamericano, quien había solicitado ayuda a una ONG especializada en el apoyo a víctimas de trata y explotación sexual.
Esta entidad trasladó a la Guardia Civil la información relacionada con la situación personal de la mujer, quien mostraba una actitud temerosa, y solicitaba ayuda, dada su situación de vulnerabilidad por hallarse en situación irregular en territorio nacional.
La mujer se encontraba bajo refugio y protección en una localidad de la provincia de Cáceres, después de haber conseguido huir de Madrid, dónde estaba siendo obligada a ejercer la prostitución. La víctima pretendía pagar la deuda contraída con las personas que habían pagado su billete de avión desde su país de origen a España.
Bajo la denominación de operación “Risalardo”, se ha culminado con una investigación minuciosa y de extrema complejidad debido a la tipología delictiva relacionada con la trata de seres humanos y la explotación sexual de personas.
Los investigadores han podido constatar las condiciones infrahumanas en que vivían las víctimas en España, mujeres vulnerables por la situación económica vivida en sus países de origen, donde eran captadas.
Una vez ubicadas en los pisos donde las explotaban sexualmente, la organización ejercía sobre ellas un control total a través de videocámaras de grabación y micrófonos. Asimismo, eran sometidas a ejercer dicho trabajo durante las 24 horas del día y bajo el temor de sufrir daños ellas o sus familiares si no accedían a ello.
Mediante la monitorización y análisis de más de 650 anuncios en una conocida página web de citas, los agentes pudieron acreditarla existencia de esta organización perfectamente estructurada.
La organización contaba con captadores, transportistas, acogedores, explotadores sexuales y blanqueadores del dinero obtenido con dicha actividad criminal.
Los responsables de la operación, agentes de Policía Judicial especialistas en la investigación de trata de seres humanos, señalan que en este tipo de delito lo más importante, no es solo la actuación sobre el delito en sí y la detención de los autores, sino que lo prioritario son las víctimas y su protección, empleándose para ello todos los medios necesarios y realizando con minuciosidad el seguimiento de los casos, para verificar y comprobar la forma de actuar de las mafias, las cuales aprovechan la situación de extrema pobreza de las víctimas, en países latinoamericanos como Colombia y Venezuela, para realizar su captación, siendo después explotadas y forzadas a ejercer la prostitución en otros países.
Para evadir y evitar el seguimiento policial sobre las ganancias obtenidas, usaban un negocio de hostelería en una localidad de Madrid, el cual utilizaban para blanquear el dinero obtenido de forma ilícita. Los detenidos distribuían entre los pisos datáfonos pertenecientes a este negocio hostelero para que los clientes pagaran a través de ellos la contraprestación a los servicios sexuales.
De esta manera, el dinero obtenido a través de la actividad delictiva se introducía en el sistema económico y financiero legal y realizaban movimientos internacionales de capitales a países como Venezuela, Colombia y Argentina.
Bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 10 de Plaza Castilla de Madrid, se realizaron diligencias de entrada y registro en tres domicilios, ubicados en los distritos madrileños de Vallecas y Barajas.
En uno de ellos se procedió a la liberación de 5 mujeres víctimas de trata de seres humanos, con fines de explotación sexual, y a la identificación, a través de la documentación intervenida, de 28 posibles víctimas de diferentes nacionalidades. Además, se intervinieron libros de registros, dispositivos de almacenamiento digital de datos, teléfonos móviles, equipos informáticos, y los datáfonos utilizados para el cobro por los servicios sexuales, así como dinero en efectivo y numerosos envoltorios con cocaína - 300 dosis-.
En la operación han sido detenidas tres personas pertenecientes a una organización criminal que operaba a nivel internacional, dedicada a la captación y explotación sexual de mujeres.
A través del apoyo y colaboración con diferentes ONG´s, especializadas, se ha ofrecido a las víctimas recursos asistenciales para poder rehacer su vida fuera de esta organización criminal. La Guardia Civil continúa con el análisis de toda la información obtenida, no descartándose la práctica de más detenciones.