La Subdelegación del Gobierno de España en Cáceres ha incoado un expediente administrativo sancionador por importe de 601 euros al activista Máximo García por encadenarse a las puertas de la Central Nuclear de Almaraz como señal de protesta por el funcionamiento de la planta.

Los hechos objeto de la sanción tuvieron lugar el pasado 26 de mayo a partir de las 09:40 de la mañana, momento en el que el denunciado se encadenó a una señal de tráfico junto a la puerta de acceso a la planta nuclear, a la altura del kilómetro 196,9 de la antigua carretera N-V. Según recoge la sanción, el activista se encontraba "a escasos centímetros" de la puerta de acceso a esta instalación "estratégica", lo que provocaba una situación de inseguridad que obligó a activar el protocolo de seguridad de los agentes de la Guardia Civil que prestan labores de vigilancia de manera permanente en su interior.

Los agentes procedieron a desencadenar al activista, que no opuso resistencia de ningún tipo y accedió de forma voluntaria. Posteriormente la Guardia Civil estableció un perímetro de seguridad en las inmediaciones de la puerta de acceso para evitar que pudiera alterarse el normal funcionamiento de la central nuclear y su acceso.

Según la denuncia, Máximo García decidió continuar en las inmediaciones de la puerta por la que se accede a la planta pese al requerimiento que le realizaron los agentes, por lo que se le advirtió que podría ser sancionado. En este momento, el denunciado decidió no acatar las órdenes que le indicaron y expresó su intención de reunir a más activistas y avisar a los medios de comunicación, por lo que la Guardia Civil permaneció junto a él durante unos 50 minutos. Transcurrido este período de tiempo, el denunciado decidió abandonar voluntariamente el lugar en su vehículo particular.

En declaraciones a Radio Interior, Máximo García ha justificado su protesta indicando que "cada vez hay más escapes y fugas" en la Central Nuclear de Almaraz y que "la energía nuclear es sucia y radiactiva", por lo que ha insistido en pedir el desmantelamiento de las instalaciones que actualmente se encuentran en funcionamiento.