Abre al tráfico el nuevo puente de la N-523 entre Cáceres y Badajoz tras meses de reivindicaciones

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Abre al tráfico el nuevo puente de la N-523 entre Cáceres y Badajoz tras meses de reivindicaciones

El nuevo puente de la N-523,  carretera que une Cáceres y Badajoz, se ha puesto en marcha tras varios meses de espera y reivindicaciones por parte de la sociedad extremeña.

La vía se vio afectada por los daños generados por la borrasca Efraín en diciembre, un gran socavón provocó el corte de la carretera, una de las principales carreteras de Extremadura, ya que las dos capitales provinciales no están unidas por autovía.

Ha habido que esperar meses para que acabe la reconstrucción del tramo de la vía extremeña afectada por la borrasca Efraín el pasado invierno y que arruinó la obra de drenaje transversal a la altura del kilómetro 45, entre Puebla de Obando y La Roca de la Sierra, obligando al corte total de la N-523.

Daños causados por la borrasca.

Con la apertura del puente (en la foto principal de la noticia) se cerrará el desvío provisional para vehículos ligeros, incluidos los de transporte escolar, activado en enero, mientras que los vehículos pesados podrán dejar de utilizar el desvío a través de la A-5 habilitado tras la borrasca.

El puente, construido para restituir la obra de drenaje colapsada, está formado por un tablero de vigas y losa de hormigón con una luz (distancia entre apoyos) de 40 metros y 12,25 metros de ancho. Las vigas son de hormigón pretensado, con un canto de 1,65 metros y están espaciadas en 2,23 metros.

Sobre las vigas se dispone una losa de hormigón armado ejecutada "in situ" con un canto mínimo de 0,25 metros. Para no reducir la sección hidráulica (espacio de paso del caudal de agua bajo la estructura) disponible se ha elevado de manera localizada la rasante de la carretera entre 1 y 2 metros.

El tablero descansa en sendos estribos tipo "cargadero" formados cada uno por una vía transversal apoyada en cuatro pilotes de 1,2 metros de diámetro y 10 metros de longitud, empotrados en el terreno rocoso pizarroso.

Tras la puesta en servicio del puente, continúan algunos trabajos de reparación de drenaje y taludes existentes en la N-523 y A-5 en Mérida en la provincia de Badajoz, que previsiblemente finalizarán durante agosto y sin afectaciones al tráfico. Las actuaciones previstas para la provincia de Cáceres quedarán completadas este mes de julio.

Así, además del puente las soluciones acometidas han consistido principalmente en la reconstrucción de los terraplenes colapsados, cimentaciones, bermas, drenajes, firmes y sistemas de contención.

 

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