La cirugía robótica es hoy la herramienta clave del servicio torácico moderno
La plataforma robótica es ya en una de las principales herramientas de un servicio torácico moderno, ya que permite afrontar nuevos desafíos como las segmentectomías anatómicas complejas o las resecciones pulmonares tras terapia de inducción que suele añadir dificultades técnicas durante el procedimiento.
Sin embargo el uso de la cirugía robótica aún no se ha generalizado y extendido a todos los servicios al topar con dos importantes obstáculos que se deben resolver, el alto coste global de la tecnología robótica y el acceso de rutina de los equipos quirúrgicos a la plataforma, explica el doctor Jean-Marc Baste, consultor en cirugía general y cardiotorácica del Hospital Universitario de Rouen.
“La plataforma robótica con todas las características técnicas y no técnicas cambiará definitivamente nuestra especialidad en términos de indicaciones, formación, calidad y seguridad”, afirma Baste.
Actualmente, los servicios de cirugía torácica modernos ya deberían estar provistos de una de estas plataformas, pero esta no es la realidad, por lo que “el sistema sanitario debería apoyar esta tecnología como lo hace con otras innovaciones como la inmunoterapia. Gracias a este apoyo financiero, los equipos quirúrgicos podrán utilizar las plataformas robóticas de forma rutinaria para todas las indicaciones y, más adelante, también atender con ellas casos más complejos”, añade Baste.
La cirugía torácica ya dio un salto hace unos años, al evolucionar desde la cirugía abierta a la cirugía mínimamente invasiva, que se practica a través de pequeñas incisiones, lo que fue posible gracias al desarrollo tecnológico de los sistemas de visión endoscópica y del instrumental quirúrgico.
Posteriormente, se produjo la evolución hacia la cirugía asistida por robot que ya se han utilizado para el tratamiento de casi toda la patología torácica: patología del mediastino, del esófago, pleural y del pulmón.
Hasta ahora se disponía de una única tecnología, el robot Da Vinci, certificado para utilizarlo en cirugía torácica, con un alto coste, pero va a haber nuevos robots que podrían ofrecer las mismas ventajas para los pacientes.
“Esperamos disponer de plataformas a precios más asequibles, para que haya una democratización y expansión de estas tecnologías y puedan ser utilizadas en más servicios de cirugía torácica y ofrecidas a un mayor número de pacientes”, afirma la doctora María Teresa Gómez, cirujana torácica del Hospital Universitario de Salamanca y miembro de la SECT.
“En la actualidad, tenemos que seleccionar los casos más complejos para realizarles una cirugía asistida con robot, pero nuestro deseo es que pueda llegar a más pacientes y no tener que reservarla selectivamente para los casos más complejos y de mayor riesgo”.
Asimismo, “es necesario que todos los hospitales dispongan de estos aparatos para que todos los residentes puedan formarse en cirugía robótica y para que más adjuntos se capaciten para realizar esta cirugía robótica”, explica Gómez.
El equipo pionero para la cirugía robótica ha sido el sistema Da Vinci multipuerto. Dicha plataforma está provista de una consola con mandos y pedales que maneja el cirujano, una torre de visión que incluye un sistema de procesamiento de imagen y el carro de paciente que con sus cuatro brazos es el componente quirúrgico del sistema robótico.
A estos brazos, se acoplan la cámara o endoscopio y los distintos instrumentos que se introducen en la cavidad torácica del paciente a través de cuatro incisiones milimétricas. Los movimientos de los brazos robóticos son controlados por el cirujano desde la consola que dispone de una pantalla con visualización del campo quirúrgico en tres dimensiones.
Ahora, ese modelo ha evolucionado al nuevo robot Da Vinci SP, de un solo puerto, de manera que el sistema va provisto de un único brazo que incluye en su interior el endoscopio y todos los instrumentos quirúrgicos que se introducen en el paciente.
Si el cirujano se detiene, el robot también lo hace, de forma que el robot no opera, sino que reproduce los movimientos del cirujano que opera desde la consola.
Por seguridad, en el quirófano siempre está presente un cirujano asistente que se sitúa junto al paciente en el campo estéril, encargándose de la sustitución de los instrumentos o del endoscopio cuando es necesario y está presente por si surgen complicaciones o se requiere convertir a una cirugía abierta.
En la foto de archivo, cirugía robótica.