Denuncian la muerte de miles de encinas y alcornoques en Granadilla por la enfermedad de la seca
La asociación Ecologistas en Acción de Granadilla ha dirigido un escrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible en el que denuncia la gran cantidad de encinas y alcornoques que están muriendo por la seca, creando corredores de la enfermedad por las dehesas de Oliva de Plasencia, Zarza de Granadilla, Guijo de Granadilla, Ahigal, Cerezo, Santibáñez el Bajo, Santa Cruz de Paniagua y Palomero.
La asociación cifra la superficie de arbolado afectada en más de un centenar de miles de encinas y alcornoques, lo que se traduce en más de diez millones de kilos de alimentos en bellotas, perfecto para cerdos, ovejas, cabras y vacas.
El arado de las tierras afectadas por el hongo pytophothora cimmamomi, el patógeno más importante causante de podredumbres en especies leñosas, hace que se transmita por las zonas en las que se combate el matorral, jaras y brezo, principalmente, y que se transmite por las raíces someras y finas de aquellas.
El responsable del Área de Naturaleza de Ecologistas en Acción Granadilla, Carlos Pino, pide un cambio radical en la política forestal de la dehesa, la necesidad de realizar cortafuegos para el hongo con especies con las que están dando resultado en Sierra Morena (Huelva) con repoblaciones de algarrobo y acebuche, además de repoblar las zonas altas de las dehesas de encinas y alcornoques con pequeños rodales de pinos piñoneros, necesarios para la cría de rapaces necesarias para el equilibrio ecológico.
Estas repoblaciones se efectúan en pequeñas parcelas, por lo que la asociación pide que vayan acompañadas para el desarrollo de los trabajos agrícolas durante quince años.
Imagen de una dehesa extremeña.