El jurado popular considera a Eugenio Delgado culpable del asesinato de Manuela Chavero
El jurado popular ha considerado a Eugenio Delgado culpable de un delito de asesinato, con agravante de género, y otro de agresión sexual, a su vecina de Monesterio, Manuela Chavero, el 5 de julio de 2016 en la localidad de ambos.
Considera además que en el delito de asesinato concurren las circunstancias de alevosía y ensañamiento, al considerar probado que la víctima no tuvo la oportunidad de defenderse la noche en la que sucedieron los hechos, lo que aumentó deliberadamente su dolor.
El jurado, integrado por seis hombres y tres mujeres, ha acordado el veredicto por unanimidad tras considerar que "todo lo que ha pasado ha sido programado, querido y buscado por el acusado, sin ser nada fortuito". La opinión unánime de los nueve miembros que lo integran es que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual y otro de asesinato.
Después de más de nueve horas de deliberación, su veredicto fue dado a conocer minutos antes de la medianoche en la Audiencia Provincial de Badajoz, donde se ha celebrado el juicio contra Eugenio Delgado desde el pasado lunes. En la vista han declarado más de una veintena de testigos y unos 60 peritos.
El jurado descarta el móvil económico y sentimental y considera que el sexual es el único que justifica lo ocurrido. Sus integrantes han tenido en cuenta el perfil del único acusado que han realizado los diferentes testigos que han pasado por la sala desde el pasado lunes, llegándole a acusar de mantener un comportamiento de "sádico sexual".
Además, el jurado considera que Eugenio Delgado asesinó a su vecina Manuela para evitar que se descubriera la agresión sexual. Para ello le quitó la ropa a la víctima bajo el pretexto de que era para que los animales no la sacaran del lugar en el que fue enterrada, cuando en otra declaración indicó que el cadáver fue envuelto en una sábana y un albornoz.
En su veredicto, el jurado descarta el delito de homicidio y le acusa de asesinato por considerar que el suceso no se produjeron de forma fortuita, sino que la condujo a su casa con excusas a sabiendas de que se encontraba sola.
SIN DEFENSA
Los nueve miembros del jurado indican que las posibilidades de defensa de la víctima estaban considerablemente disminuidas debido a la corpulencia del acusado. Para ello han tenido en cuenta que los hechos sucedieron en el interior de una vivienda, un sitio cerrado, con las ventanas y puertas cerradas, sin posibilidad de que la víctima pidiera ayuda.
El jurado también ha coincidido de manera unánime en que las múltiples fracturas que presentaba el cadáver no eran necesarias para provocar su muerte, y la posibilidad de que Manuela muriera por asfixia, "con el dolor que esto conlleva y la probabilidad de que la aplastara con su rodilla", recoge el veredicto.
"Si no hubiera sido mujer, y no hubiera sentido ese desprecio a la mujer, como se comprueba por sus propias conversaciones de WhatsApp con prostitutas, no hubiera ocurrido esto", sentencian las nueve personas que han firmado el veredicto.
También han tenido en cuenta los frecuentes cambios de testimonio del único acusado, que proporcionó claves y direcciones de correo electrónico erróneas, así como los cambios exteriores que realizó a su coche y sus intenciones de ocultar el cadáver en su finca bajo una losa de hormigón para que no fuera descubierto.
El jurado también se pronuncia sobre la posibilidad de que Eugenio Delgado pueda acogerse a beneficios penales o a un hipotético indulto y considera que "dadas las circunstancias que concurren en el acusado" no debe suspender la pena de prisión por la naturaleza del delito. Asimismo solicitan que en caso de dictarse sentencia condenatoria y veredicto de culpabilidad no pueda ser clasificado en tercer grado penitenciario hasta el cumplimiento de la mitad de la pena impuesta por el riesgo de reincidir que presenta.
Eugenio Delgado, de espaldas, con camisa blanca, escucha el veredicto del jurado, en la medianoche de este jueves en la Audiencia Provincial de Badajoz.