Durante el pasado año, se han tramitado en la ciudad de Mérida, un total de 193 procedimientos sancionadores por infracciones a las ordenanzas municipales y legislación sectorial, exceptuándose los relativos a Tráfico y Seguridad Vial.

Se trata de infracciones como la de vertidos de escombros, basuras, ocupaciones de la vía pública u orinar en la misma, explotar petardos en la vía pública, llevar perros sin bozal o que han sido abandonados, o el uso indebido de tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad.

En concreto, las tres infracciones más recurrentes son orinar en la vía pública, con 54 sanciones, vertido de escombros o basura fuera de horario, con 51 sanciones, y perros sueltos, sin bozal o abandonados con 42 sanciones. Le sigue, en menor medida, la venta ambulante, con 10 sanciones, perturbar la convivencia (molestias en viviendas, música, etc.) con 9 sanciones, y uso indebido de tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida.

En el caso de incumplimiento de horario de cierre de establecimientos, se han interpuesto 6 sanciones, frente a las 5 por colocación de carteles publicitarios sin permiso. En el caso de petardos se han impuesto dos sanciones, 1 en pintadas en la vía pública, taxi sin seguro y tenencia de aves exóticas.

El portavoz municipal, Julio César Fuster, ha querido señalar que “de forma abrumadora tenemos una ciudadanía emeritense que es corresponsable y con una actitud cívica incuestionable y por ello, queremos dar las gracias por ese buen comportamiento ciudadano”.

Además, ha incidido en que “existe una minoría que ha optado por tener una actitud que no es la deseada desde el punto de vista cívico, por lo que queremos transparentar los expedientes de sanción que hemos trabajado en el año 2023”.

Las sanciones impuestas ascienden a la cantidad de 81.777,73 euros. A todo ello hay que sumar los 46 expedientes de reclamación de daños producidos al patrimonio municipal como consecuencia de accidentes de tráfico por importe de 21.761,13 euros.

El portavoz explica que “la sanción no es un acto que nos guste implementar, pero tenemos esa obligación de velar por el buen uso y trato de los recursos municipales y de las vías públicas y que seguiremos ejerciendo como Administración Pública”, al mismo tiempo, ha destacado la labor de la Policía Local, al tiempo que ha apelado a la concienciación y colaboración ciudadana para que se disminuyan estas actuaciones.

Por último, ha señalado que “estamos convencidos que estas sanciones podrían disminuir con el desarrollo en 2024, de políticas públicas educadoras que promuevan actitudes positivas, de reconocimiento y corresponsables con el uso y buenas prácticas ciudadanas en Mérida por parte de los vecinos de nuestra ciudad”.