Dos valientes vecinos de Moraleja, David González y Alberto Clemente, han alcanzado con éxito su promesa de llegar a la aldea del Rocío, en Huelva, y ahora emprenden el viaje de regreso. Armados solo con una carreta y dos mulos, estos aventureros han recorrido los 408 kilómetros que separan ambos lugares desde el pasado 22 de marzo.

González y Clemente han dejado atrás el confort de sus hogares para ir equipados con una carreta que les sirve como refugio, una placa solar para la electricidad básica, y un colchón.

A pesar de las miradas de incredulidad y los comentarios de que "están locos", ambos estaban convencidos de ello. Tras una larga planificación para evitar contratiempos, han confiado en la ayuda de los vecinos y de los ayuntamientos locales, quienes les han proporcionado todo aquello que necesitaban.

Aunque el pronóstico del tiempo no les ha favorecido en todos los días de su viaje, González y Clemente comentaban que los días frescos eran un alivio para sus fieles compañeros de travesía, los mulos. Con provisiones limitadas y una nevera de camping que se recarga con hielo en los pueblos donde hacían parada, estos aventureros prescinden de lujos y comodidades, apostando por la autosuficiencia y la experiencia única que ofrece este viaje.

A pesar de no contar con un coche escoba ni asistencia técnica, González y Clemente ahora afrontan la vuelta a casa. Eso sí, sabiendo que al llegar a Moraleja serán recibidos con el cálido abrazo de familiares y amigos.

En la foto, David González y Alberto Clemente en su llegada al Rocío.