La Virgen del Puerto, alcaldesa honoraria

FÉLIX PINERO
La Virgen del Puerto, alcaldesa honoraria

Todavía conmocionados por el robo de las coronas de la Virgen del Puerto y la del Niño en el Museo de la catedral el pasado Domingo de Ramos, Plasencia se dispone a celebrar el próximo domingo, día 7, la tradicional romería del Puerto en su santuario.

La patrona de Plasencia fue declarada alcaldesa honoraria de la ciudad por el pleno extraordinario del ayuntamiento, celebrado la víspera de su coronación, el 26 de abril de 1952, bajo la presidencia del alcalde, Fernando Varona Verea.

En aquella sesión, el primer teniente de alcalde, Joaquín Silos Hernández, presentó un escrito en el que se hacía constar el fervor mariano de la corporación; que se hiciera constar en acta al principio de todas las sesiones que celebre el Pleno la inscripción “Plasencia por Santa María del Puerto” como “homenaje y veneración a nuestra Madre y excelsa patrona, la Santísima Virgen del Puerto en el día de su coronación”; la creación de cuatro becas “Virgen del Puerto” para la carrera eclesiástica, otra para Bellas Artes, una tercera para carreras especiales universitarias o militar y la última para estudios laborales; declarar festivo el día 27 de abril, celebrando ese día el Ayuntamiento una función religiosa en el santuario o en San Martín; felicitar al obispo por haber llevado a feliz término todos los trámites para la coronación canónica, propuestas que la corporación aprobó por unanimidad, así como nombrarla alcaldesa honoraria de la ciudad.

En la sesión extraordinaria celebrada el 17 de abril de 2002, con motivo del cincuenta aniversario de la coronación canónica, siendo alcalde de la ciudad José Luis Díaz, el Pleno acordó conceder la Medalla de la ciudad en su máxima categoría a Nuestra Señora la Virgen del Puerto y hacerle entrega de la misma el día 20 con motivo de su bajada a la ciudad durante los actos del recibimiento en el Parque de la Coronación.

En la moción presentada por la Alcaldía se hacía constar que la Virgen del Puerto era Reina, título concedido por la Santa Sede en 1952, siendo obispo de Plasencia don Juan Pedro Zarranz y Pueyo; Madre, en virtud de su maternidad espiritual y universal, proclamada solemnemente por el Concilio Vaticano II como tal; Patrona, concedido por el papa San Pío X; y Alcaldesa Honoraria, título concedido por el Ayuntamiento de Plasencia el 26 de abril de 1952,

La imagen de la patrona se recordaba en la moción, ha encontrado su réplica en los siguientes lugares: Madrid, junto a la Ribera del Manzanares, en santuario expresamente construido en el año 1725 por el primer marqués de Vadillo, don Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, que fue corregidor de esta ciudad; Canarias en San Miguel de Abona, a iniciativa de su párroco, don Miguel Castro Sánchez en 1978; Argentina, en Formosa, por iniciativa de su obispo, don José Vicente Conejero Gallego; Barriada de la Virgen del Puerto, en Cádiz, por sugerencia del placentino don Luis López Fernández, dando nombre a una barriada mediante mural de cerámica de la Virgen del Puerto.

Tomás Martín Gil, en su obra “Coronación canónica de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de Plasencia”, narra los precedentes de la coronación canónica de la patrona de la ciudad. Sostiene que, desde que tomó posesión de su sede placentina, el obispo Juan Pedro Zarranz y Pueyo no dejó de apuntar su ilusión por verla coronada canónicamente. El 27 de marzo de 1951 convocó a los capitulares a un Cabildo extraordinario y les comunicó el proyecto.

Dos días más tarde se celebró una reunión en el Seminario con el Cabildo de la catedral, párrocos de la ciudad y autoridades, en la que el prelado expuso lo que podía ser la coronación y los frutos que anhelaba conseguir con ella. El proyecto se puso en marcha inmediatamente con la constitución de una Junta de Honor presidida por el obispo, quien nombró otra ejecutiva para encauzar los trabajos y actividades. Comenzó a publicarse una hoja semanal, “Plasencia”, en la que se daban noticias de los preparativos.

El día de la Inmaculada se enviaron a Roma las preces solicitando la gracia de la coronación. Un mes más tarde se recibía la contestación de dicha gracia, firmada por el cardenal Tedeschini, arcipreste de la Santa Basílica Patriarcal del Príncipe de los Apóstoles de Roma, quien afirmaba que, “reunidos en sala capitular el 16 de diciembre del año en curso, acordamos y decretamos que la imagen de Santa María del Puerto sea solemnemente coronada en nuestro nombre con corona de oro. Dado en el Vaticano el día 27 de diciembre del año del Señor de 1951, XIII del Pontificado de Nuestro Santísimo Señor el Papa Pío XII”.

La noticia de la concesión la hizo pública el prelado el 16 de enero, fiesta de San Fulgencio, patrono de la diócesis. Las campanas de la ciudad repicaron, mientras en la catedral se cantaba un Te Deum. La Hoja “Plasencia” anunciaba como fecha para la coronación el domingo 27 de abril.

Plasencia pudo contemplar durante varios días la corona que había de ceñir la Virgen del Puerto, construida en los talleres del orfebre Félix Granda. “Las dos coronas, la de la Virgen y la del Niño, son totalmente de oro de ley. En ellas se han empleado 2.261 gramos de oro y 85 de platino. La pedrería se clasifica así: 124 brillantes, 1.377 rosas, 15 perlas; una perla japonesa; 39 medias perlas; 506 aljófar; 44 turquesas; 53 esmeraldas; 175 rubíes; 4 granates; 7 aguas marinas; 68 zafiros; dos rosas de Francia; 8 amatistas; 23 topacios; 100 olivinas y 12 turmalinas. En el reverso lleva cuatro esmaltes con los escudos del Papa Pío XII, el obispo don Juan Pedro Zarranz, el de la catedral y el de la ciudad.

A la 13:05 minutos de la tarde del 27 de abril de 1952, el nuncio de Su Santidad, Cayetano Cicognani, coloca primero la corona al Niño y después a la Madre. Suenan las músicas y estallan los cohetes. Más de 50.000 personas “dejan explotar el volcán reprimido de sus pechos. Cientos de palomas saltan en raudo vuelo en torno al altar, marcan una hora y una fecha que quedan vinculadas a la vieja ciudad de Alfonso VIII, que será ya por siempre el Parque de la Coronación”.

Ni la patrona de Plasencia ni su Hijo podrán lucir este próximo domingo las coronas de aquel día, que sufragaron los placentinos. No es la primera vez que le roban a la patrona. En octubre de 2009 le sustrajeron la medalla de plata que se da a besar a los devotos durante su estancia en la catedral.

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