La propietaria de un bar y  despacho de lotería, situado en Moraleja, ha alertado públicamente de la existencia de una persona que visita negocios de la comarca y en los que intenta generar confusión con el cambio para quedarse con dinero que no le pertenece.

Balbi Arroyo Puerto, propietaria de este negocio ubicado en la avenida de Extremadura de Moraleja, ha relatado en Radio Interior que la persona que intentó engañarla con el cambio de un billete de 100 euros también ha actuado en la cercana localidad de Coria.

Para evitar más problemas, pensó Balbi Arroyo, decidió lanzar una alerta en sus redes sociales contando que una persona de origen latino la había intentado timar. "Alerta, a todos los establecimientos de Moraleja. Persona, varón ecuatoriano pretendiendo timar. Lleva un billete de 100 euros y hace el lío con los cambios. Lleva un pendiente dorado en la oreja izquierda."

En una entrevista en Radio Interior de Extremadura, explicó que al tratarse de un establecimiento en el que se informa de que se está grabando pudo tener acceso a sus imágenes y corroborar cómo este hombre intentó engañar a su compañera y ella, haciéndolas creer que no le había dado a este hombre los 50 euros de cambio, tras hacer una compra de 7,50 euros que pagó con un billete de 100 euros.

Balbi asegura que intenta provocar la confusión en la persona que lo está atendiendo, para jugar con el dinero y hacer creer que no se le ha devuelto 50 euros,  que previamente él ya se había guardado en el pantalón de manera habilidosa.

"Me consta que luego lo intentó en otros establecimientos en Coria", añadió, pidiendo a los propietarios de negocios de la comarca que estén atentos para evitar ser engañados por este hombre.

El método empleado es el que se conoce como el "hurto mágico", se llama así  porque parece un truco de magia. Consiste en confundir al trabajador del negocio donde se pone en práctica para estafarle y conseguir llevarse dinero de más en el cambio.

El modus operandi prácticmente es siempre el mismo y consiste en la compra de un artículo de bajo coste y se paga con un billete de gran valor, habitualmente con un billete de 100 o más. En ese momento,  muestra su disconformidad con lo adquirido y  pide que le devulevan el billete que entregó para pagar la compra.

Además, comienza a hacer dudar a su víctima de si realmente le dio bien el cambio o no, intentado generar confusión para llevarse el  billete de 100 euros y el cambio que se le había dado.