Más de 65.000 personas viven solas en un verano de alto riesgo por el calor en Extremadura
El dato más alarmante para los expertos es que la franja de edad con mayor número de personas viviendo en soledad es la de mayores de 80 años, una situación que representa un riesgo significativo.
Más de 65.000 personas afrontan en soledad el verano en Extremadura en una época en la que las vacaciones suponen un riesgo para cientos de miles de mayores en España.
La falta de cercanía de los familiares que les suelen cuidar y las altas temperaturas convierten en un riesgo la soledad de este colectivo durante los meses de julio y agosto, especialmente durante las olas de calor. Según los datos analizados por la empresa española de tecnología SaveFamily en base a informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 2,2 millones de personas mayores de 60 años que se encuentran viviendo solas.
En Extremadura, 65.823 personas viven en soledad y esta cifra se incrementa en las de mayor edad. Así, 19.367 personas de entre 60 y 69 años pasan sus días sin compañía. En la franja de 70 a 79 años, 22.333 hombres y mujeres de esta comunidad autónoma viven en soledad, y la cifra se dispara hasta los 24.123 si se toma la tabla de entre los mayores de 80 años. Es decir, a mayor edad, mayor soledad.
Estas estadísticas reflejan que es significativamente más común que haya mujeres viviendo solas en comparación con los hombres. En total, hay 42.804 mujeres de la tercera edad viviendo solas en esta región, frente a 23.019 hombres. Por tanto, la cifra de mujeres que viven en soledad en Extremadura casi duplica la de hombres.
El dato más alarmante para los expertos es que la franja de edad con mayor número de personas viviendo en soledad es la de mayores de 80 años, una situación que representa un riesgo significativo. Esta preocupación se intensifica en el caso de las mujeres, ya que la franja de edad con más mujeres viviendo solas es precisamente la de mayores de 80 años.
Esta situación se debe en gran parte a la viudedad y a la mayor esperanza de vida de las mujeres en comparación con los hombres. En contraste, la franja de edad con más hombres viviendo solos es la de 60 a 69 años.
POSIBLES SOLUCIONES
Ante tal situación, la llegada de las nuevas tecnologías se ha posicionado como una de las soluciones posibles para mantener controlada la salud de los mayores. Partiendo de que cada vez hay más personas de la tercera edad con conocimientos básicos para usar diferentes tecnologías, también es mayor la conectividad que se ha instaurado entre dispositivos.
“El verano es una de las épocas más activas en la adquisición de dispositivos para el monitoreo de personas mayores. Los familiares adquieren estos gadgets para garantizar su tranquilidad mientras disfrutan de las vacaciones”, explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily, empresa española que desarrolla relojes inteligentes capaces de monitorizar el día a día tanto de niños como de mayores.
En el último año la venta de relojes inteligentes para personas de la tercera edad se ha disparado un 30%. Esto se debe al aumento de la concienciación de los familiares por la seguridad de las personas dependientes. Entre las claves, está la de tener GPS, control de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial o el oxígeno en sangre. Incluso las caídas se pueden detectar, alertando a los encargados de la persona de ese incidente.
Estos dispositivos incorporan también un botón de SOS que emite una llamada de emergencia a los números que se hayan registrado, por lo que la interacción es instantánea. El aumento de temperaturas, por ejemplo, multiplica el riesgo de quedar desorientado. También el hecho de no estar cerca geográficamente, que puede poner en cierta tensión a las personas de mayor edad.
Como reflejan las estadísticas, cada vez hay más personas mayores de 60 años viviendo solas en Extremadura y en España. Y los porcentajes en las edades más complicadas, como son la de los mayores de 80 años, también está creciendo en los últimos periodos.