Calzadilla ya huele a fiesta y a carne de burranco, un delicioso guiso que sólo puede degustarse durante Los Cristos y que los vecinos salvaguardan como si de un tesoro se tratara.

Un antiguo camarero, conocido en Calzadilla como “Lao”, ha comentado en los micrófonos de Radio Interior de dónde viene la tradición de la carne de burranco, un bocado exquisito que sólo se puede catar en los días de fiesta.

La historia de esta carne nace hace muchos años, en 1930, después de abrir el bar su abuela, famosa por su receta del pollo de corral. Posteriormente, el burranco se empezó a matar y ya comenzó a perdurar esta típica tradición en este pueblo de la provincia de Cáceres.

“La gente venía exclusivamente a comer burranco durante las fiestas de Los Cristos, desde muchos lugares, incluso había gente que venía solamente para ello y se despedían de nosotros hasta el año que viene”, indicó.

Esta carne tenía mucho éxito porque es un animal que sólo come productos naturales como hierba, pienso y pasto. Los animales se criaban para las fiestas, así se aseguraba la disponibilidad de la materia prima. En la actualidad la carne llega de mataderos autorizados y siguiendo estrictamente todos los requisitos sanitarios y de seguridad alimentaria.

La receta es muy sencilla: primero se pica la carne y se hace taquitos, una vez en casa, se adoba con ajo y sal y se deja reposar unas horas para que se vaya tomando. Después se saca la carne y se pone en una cazuela, en un recipiente bastante grande.

Para freír la carne de burranco, se pica cebolla, pimiento rojo y se añaden más dientes de ajo. Una vez esté bien sofrito, se saca de la sartén y se baten los ingredientes con vino de pitarra y se echa a cocer.

Ahora sólo queda probar la receta en Calzadilla. Las fiestas se prolongan hasta el día 16 y el guiso está para chuparse los dedos.