El Partido Popular en el Parlamento Europeo ha denunciado los retrasos continuos en la ejecución de la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa, a su paso por Castilla-La Mancha y Extremadura, una infraestructura que es clave para la conectividad entre España y Portugal, y que acumula más de dos décadas de demoras, con el impacto económico y social que esto conlleva para ambos países.

Ha sido en una pregunta escrita dirigida a la Comisión Europea, donde la eurodiputada extremeña, Elena Nevado del Campo, ha manifestado “su profundo descontento” con el Ministerio de Transportes de España, señalando que "el ministro Óscar Puente vuelve a incumplir su compromiso en el trazado del AVE a su paso por Castilla-La Mancha y Extremadura. El retraso pone en peligro los plazos establecidos por la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T), cuyo calendario marca 2030 como la fecha de finalización".

En el mes de abril el comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico anunció el retraso de la línea de alta velocidad dentro del territorio español para 2032. En el foro interparlamentario hispano-luso del mes de septiembre se barajaba 2034. “Ahora conocemos que el trazado de la línea a su paso por la provincia de Toledo no ha sido definido, a pesar de que dieron de plazo hasta septiembre. Un mazazo más para los extremeños, que llevan años esperando una conexión de calidad con el resto de España”, ha lamentado Nevado.

En vistas a la próxima XXXV Cumbre bilateral Hispano-Lusa, que tendrá lugar el 23 de octubre en Portugal, Nevado ha instado al gobierno de Sánchez a negociar con sus homólogos portugueses para asegurar que los plazos establecidos en el Reglamento Europeo se cumplan.

Por su parte, el eurodiputado, miembro de la Comisión de Transporte y Turismo, Borja Giménez Larraz, ha expresado su decepción por los continuos retrasos, calificando la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa como “prioritaria para la conexión entre ambos países y fundamental para la vertebración de los territorios más despoblados”.

En este sentido, ha afirmado que la Comisión Europea “debe analizar el desarrollo de la RTE-T y controlar el grado de ejecución para que se cumplan los plazos fijados en el Reglamento”. Asimismo, ha subrayado la importancia de que España cumpla con su parte en el desarrollo de la RTE-T, considerándolo una “oportunidad histórica que no debe desaprovecharse”.