La compañía La Belloch Teatro presenta en Badajoz un montaje que habla sobre el autismo
La compañía madrileña La Belloch sigue de gira con 337 km, un montaje que habla del autismo nivel 1, hasta hace poco denominado Síndrome de Asperger.
La compañía madrileña La Belloch Teatro llega a Badajoz, a la sala OffCultura, con 337 km, un espectáculo que ya ha visitado Madrid, León, Murcia, Alicante, Ciudad Real, Gijón, Móstoles, Majadahonda, Coslada, Ribadeo…Se trata de una producción dirigida a público joven y adulto que aborda de lleno el Trastorno del Espectro Autista (TEA), más comúnmente llamado autismo.
El protagonista de la obra tiene TEA 1, es decir, autismo nivel 1; antes de 2013 el diagnóstico de estas personas era Síndrome de Asperger, pero desde entonces, tras la publicación de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) por parte de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, American Psychiatric Association), se ha modificado la denominación de todas las categorías de trastornos generalizados del desarrollo y han pasado a englobarse dentro de un único diagnóstico: Trastorno del Espectro Autista (TEA). Por tanto, el Síndrome de Asperger correspondería en la actualidad a un autismo nivel 1, el grado más leve del autismo, que “requiere apoyo” (el nivel 2 "requiere apoyo sustancial" y el nivel 3 "requiere apoyo muy sustancial").
Las personas con TEA 1 suelen mostrar generalmente dificultad en la comunicación y en las interacciones sociales, y un gran interés en una determinada área del conocimiento. Con la debida familiarización con su situación por parte del entorno que les rodea, pueden llegar a llevar una vida normal y desarrollar ampliamente sus grandes capacidades.
El Día Internacional del Síndrome de Asperger se conmemora cada año el 18 de febrero, en honor a quien describió este síndrome, el psiquiatra austriaco Hans Asperger, que identificó un comportamiento poco frecuente en un grupo de niños que mostraban una sensibilidad especial, y cuyo aprendizaje no podía equipararse al de los demás. El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo es el 2 de abril.
El protagonista de 337 km es Tonín, un niño madrileño de 9 años al que le fue diagnosticado autismo nivel 1 años atrás. Su madre, Gloria, ha de ausentarse de casa y decide que lo mejor es dejar a Tonín con Javier, su padre, del que se divorció hace tiempo y que ha vuelto a la ciudad. Pero Tonín prácticamente no conoce a Javier, y no entiende quién es, y ni siquiera qué significa el término 'padre'… Si a Tonín se le saca de su rutina diaria, entra en un estado de ansiedad poco habitual, y por tanto, los padres de Javier, que sí viven en Madrid y se han ocupado de su nieto, tratan de controlar la situación, aunque a ellos también se les va de las manos. Para tratar de asimilar los cambios, Tonín se refugia en su tema preferido -la carrera espacial-, al mismo tiempo que Javier sigue una carrera contrarreloj para recuperar el afecto de su hijo antes de que vuelva Gloria.
En una puesta en escena ágil y directa, 337 km presenta el autismo a través de una historia perfectamente trabada, en la que esa característica del protagonista, Tonín, entra en diálogo con realidades y problemas en los que cualquier espectador se sentirá reflejado: el espacio de confort que es el hogar, las discrepancias familiares, los anhelos infantiles, la relación silenciosa que todos tenemos con la muerte, la pasión por un tema que llega a gobernar nuestra vida...
El objetivo de este texto de Manuel Benito es que los jóvenes comprendan lo que les pasa a las personas con autismo nivel 1, que en ocasiones están aislados en las aulas y en la sociedad. Ese objetivo comparte también la puesta en escena, a cargo de Julio Provencio, que trata de poner en primera línea del debate adolescente la realidad de este trastorno, mostrando los puntos de vista que muchas veces se nos escapan cuando conocemos a alguien con esta característica: su entorno familiar, su mundo interior, los ámbitos o temas donde encuentran alegría, interés o frustración (distintos quizá a los de sus compañeros).
Dentro de los aspectos transversales de concienciación para la infancia y la juventud, el autismo nivel 1 se encuentra en un terreno intermedio e inevitablemente difuso, al ser mucho más difícil de catalogar, por ejemplo, que el bullying o el machismo: no hay una pauta homogénea de respuesta ante él, por lo que es importante abrir vías de sensibilización y conocimiento para que la sociedad genere las competencias emocionales, racionales y sociales para entender y empatizar con los casos de este síndrome que les puedan rodear.